La aritmética endemoniada que dejaron las elecciones del 23-J en el Congreso de los Diputados se ha hecho patente a lo largo de los últimos doce meses. El PSOE ha tenido que sudar en muchas de las votaciones clave de la legislatura para conseguir los votos necesarios y en más de una ocasión ha visto que, incluso así, ha acabado naufragando. El principal instigador de las derrotas parlamentarias socialistas ha sido el PP, que ha explotado una fórmula para ir desgastando a los socialistas. Ahora bien, la estrategia no habría funcionado sin el concurso imprescindible de partidos que han ido rompiendo sucesivamente la mayoría que permitió la investidura de Pedro Sánchez. Y ha sido Junts per Catalunya quien se ha desmarcado más veces. ElNacional.cat ha contabilizado y radiografiado todos los batacazos del PSOE en el Congreso durante 2024 (algunos más trascendentes que otros): en total, ha sufrido 71 derrotas parlamentarias. La cifra incluye iniciativas de los socialistas que se han tumbado o propuestas del resto de partidos que han salido adelante con su voto en contra. De entre las más dolorosas, ha habido el rechazo de Junts a la senda de déficit, a la reforma de la Ley de Extranjería y al primer redactado de la amnistía, las reprobaciones de Fernando Grande-Marlaska y de Óscar Puente, la exigencia a rectificar sobre el Sáhara Occidental, el reconocimiento de Edmundo González como presidente de Venezuela, el descarrilamiento de la ley para abolir la prostitución y la derogación del impuesto a las energéticas.
Del total de derrotas, Junts ha abandonado al PSOE en 52 ocasiones (el 73%) y el PNV se ha distanciado 47 veces (el 66%). Concretamente, los juntaires han votado al lado del PSOE en solo 18 de las derrotas, mientras que han votado el contrario que los socialistas en 39 ocasiones y se han abstenido en las otras 13, según el recuento elaborado por este medio. Lejos de los juntaires y los jeltzales, ERC, Bildu y Podemos se han mantenido más veces al lado del PSOE que las que se han alejado de él en las votaciones que han acabado con derrota: los morados se han desmarcado en 31 ocasiones (el 44%), los republicanos les han girado la espalda en 27 votaciones (el 38%) y los abertzales se han distanciado 25 veces (el 35%). Finalmente, el socio de coalición en la Moncloa, Sumar, ha votado lejos del PSOE en 14 ocasiones (el 20%). Todo esto hace referencia a las votacions que los socialistas han perdido. ¿Y dónde han nacido las derrotas parlamentarias del PSOE? 17 han sido iniciativas suyas que no han prosperado (cuatro leyes, un real decreto ley, la senda de déficit y once enmiendas o votos particulares a leyes), 7 han sido propuestas de los socios habituales (cuatro del PNV, una de ERC, una del BNG y una de Coalición Canaria) y 47 han llegado promovidas por el PP. Del total, 28 votaciones tenían que ver con iniciativas legislativas. ElNacional.cat repasa aquí punto por punto todas las derrotas parlamentarias de Pedro Sánchez en 2024.
Un aniversario del 23-J negro: Junts tumba la senda de déficit y la reforma de la Ley de Extranjería
Uno de los plenos críticos para Pedro Sánchez fue el 23 de julio, justo cuando se cumplía un año de las elecciones generales que le permitieron continuar en la Moncloa. En aquella ocasión, Junts provocó una doble estocada al Gobierno: los juntaires tumbaron la reforma de la Ley de Extranjería que pretendía hacer obligatorio el reparto territorial de menores migrantes, aduciendo que el Estado “ha abusado de la solidaridad” de Catalunya y reclamando cerrar la delegación de las competencias en inmigración, y vetaron la senda de déficit, justificando que en 2023 se ejecutó en Catalunya un 45% de lo que se había presupuestado mientras que en Madrid la cifra fue del 212%.
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Son dos derrotas de peso para el Gobierno, que todavía no se ha repuesto de ellas: ha sido incapaz de recibir luz verde a la modificación de la Ley de Extranjería y tampoco ha conseguido la fumata blanca para la senda de déficit. De hecho, en septiembre aplazó la reedición de la votación por miedo a una nueva derrota. Por cierto, no era la primera vez que la Moncloa evitaba un batacazo frenando una votación. En mayo tuvo que retirar la Ley del Suelo previendo que la norma caería por el rechazo de los aliados habituales, también de Sumar. Estos dos movimientos no computan en la calculadora de derrotas parlamentarias porque son votaciones que no se llegaron a materializar.
Junts frena a última hora el primer intento por tramitar la regulación de los alquileres de temporada
Otro de los resbalones de Pedro Sánchez en los últimos meses fue el rechazo de Junts a la ley para regular los alquileres de temporada. Era una iniciativa impulsada por el Sindicato de Inquilinas y registrada en el Congreso por Sumar, ERC, Bildu y Podemos y que el PSOE apoyó. Como los socialistas no la firmaban, tampoco se incluye en el recuento, pero su rechazo tuvo un elevado impacto político. Tanto es así, que incluso el presidente español se desplazó al Congreso de los Diputados para votar presencialmente un martes (cosa muy poco habitual) para ligar el triunfo de la votación. Inicialmente, Junts anunció que se abstendría, pero, viendo que el voto del PNV permitía que saliera adelante, acabó decantándose por votar en contra. Tres meses después, los juntaires sí que facilitaron que una nueva propuesta registrada por ERC superara el primer examen parlamentario, aunque han advertido que no comparten el espíritu de la norma.
Junts detiene el primero redactado de la ley de amnistía
Como hemos visto, la mayoría de las derrotas parlamentarias de Pedro Sánchez han sido incitadas por el PP. Ahora bien, una de las más sonadas llegó de forma imprevista. El 30 de enero, Junts votó en contra de la ley de amnistía y ganó tiempo para alargar la negociación con el PSOE con la voluntad de pulir y perfilar el redactado para blindar a todos los independentistas perseguidos por la justicia española. “Tiene agujeros por los que la justicia prevaricadora española puede dejar la amnistía en papel mojado”, denunció la líder de Junts en Madrid, Míriam Nogueras. “Estamos cayendo en su trampa de ir modificándola en función de unos intereses completamente espurios”, lamentó la diputada de ERC Pilar Vallugera. Un mes y medio más tarde, después de remachar el texto, los juntaires avalaron el nuevo redactado, que fue el que finalmente entró en vigor.
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El PP y Junts se alían para derogar el impuesto a las energéticas
De enero a diciembre. El último pleno de 2024 también dejó una sonora derrota para Pedro Sánchez: el PP se sumó a Vox, Junts y el PNV para derogar el impuesto a las energéticas en una votación que validó la enmienda que había introducido el PP en el Senado gracias a su mayoría absoluta y que Junts recibió con los brazos abiertos en la cámara baja. Cuatro días más tarde, el Consejo de Ministros aprobó un nuevo real decreto ley recuperando el gravamen (a pesar de que todo hace pensar que decaerá en enero cuando se vote en el Congreso). Además, los juntaires consiguieron rebajar el IVA de los yogures al 4% y permitieron introducir deducciones fiscales a las donaciones a los afectados por la DANA.
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ERC abandona al PSOE en el 38% de las derrotas
Estos han sido los principales contratiempos de Junts. Pero... ¿y Esquerra? Los republicanos se diferencian de los juntaires fundamentalmente porque no han originado en solitario ninguna derrota parlamentaria de Pedro Sánchez. En las 27 votaciones en las que se han distanciado de los socialistas (con un voto contrario al PSOE o con una abstención), ha habido como mínimo dos partidos más que también se han desmarcado y ha sido la suma de negativas la que ha hecho descarrilar la votación. La única excepción fue en una de las primeras derrotas del PSOE: el Congreso pidió a la Moncloa que “reconozca, aclare y depure todas las responsabilidades políticas” del caso Koldo gracias a la abstención de ERC y de Junts.
El distanciamiento de los republicanos con respecto a los socialistas ha sido eminentemente no legislativo (solo nueve de las votaciones eran de cuestiones con rango de ley). Eso sí, ERC votó en contra de la ley sobre el proxenetismo, se opuso a los votos particulares del PSOE en el marco del paquete fiscal (que contaban con el aval de Junts y el PNV) y votó en contra de las enmiendas vivas a la Ley de Desperdicio Alimentario. Además, abandonó al PSOE en nueve votaciones sobre política exterior y participó en la reprobación de Óscar Puente y en la exigencia de compromiso de puntualidad de Renfe.
Las reprobaciones de Fernando Grande-Marlaska y de Óscar Puente
En los últimos meses, hay dos ministros del Gobierno que han sido reprobados por el Congreso: Fernando Grande-Marlaska y Óscar Puente. En las dos ocasiones, quien lo promovió fue el PP, que contó con la complicidad de Junts y Podemos en los dos casos y también de ERC en el segundo. Por una parte, la cámara baja urgió a Pedro Sánchez la “destitución inmediata” del ministro del Interior por la muerte de dos guardias civiles en Barbate con la abstención de los juntaires y los morados. Por otra parte, el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible fue reprobado por la “incapacidad para resolver el caos ferroviario” con el apoyo de ERC, Junts y Podemos.
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La soledad del PSOE en política exterior
Uno de los telones de Aquiles del PSOE a lo largo del año han sido las votaciones relativas a cuestiones de política internacional. Y el PP, sabedor de eso, lo ha aprovechado para lesionar la mayoría de la investidura en catorce ocasiones. Los dos principales temas que han permitido a los populares rasgar el bloque en torno al PSOE han sido Venezuela y el Sáhara Occidental y dos de los movimientos más destacados en la cámara baja fueron la exigencia a Pedro Sánchez que rectifique sobre el Sáhara Occidental y el reconocimiento de Edmundo González como presidente venezolano.
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Por una parte, el Congreso instó a la Moncloa a “recuperar la posición histórica de neutralidad activa” con respecto al Sáhara Occidental y rechazó el “posicionamiento unilateral” adoptado por el presidente español en el 2022 (con el apoyo de Podemos y la abstención de ERC, Junts y Bildu). Además, en aquella misma votación, condenó las “violaciones cometidas contra los derechos humanos por las dictaduras de la América Latina”, especialmente en Cuba, Venezuela y Nicaragua (con el voto a favor del PNV y la abstención de Junts). Y Venezuela también ha puesto en evidencia la debilidad del PSOE y Sumar: primero con el reconocimiento de Edmundo González como “legítimo ganador” de las elecciones venezolanas de julio (en una votación en la que Junts no participó) y después instando el Gobierno a solicitar una orden de arresto de Nicolás Maduro (con la abstención de Junts y el PNV).
Dos leyes impulsadas por el PSOE que han descarrilado
La votación legislativa en la que el PSOE se ha quedado más solo fue el 21 de mayo. Todos los socios de la investidura (excepto los dos votos testimoniales del BNG y Coalición Canaria) abandonaron a los socialistas en la tomada en consideración de la ley para abolir la prostitución. La norma, que quedó encallada la pasada legislatura, iba encaminada a perseguir el proxenetismo, sancionar a los clientes de la prostitución, prohibir los prostíbulos e impedir que alguien se pueda lucrar alquilando una habitación o un piso a una prostituta. Ahora bien, la norma no superó su primer examen parlamentario y fue rechazada con 122 a favor, 184 en contra (del PP, Sumar, ERC, Junts, Bildu y el PNV) y 36 abstenciones (de Vox y Podemos). Por otra parte, el 10 de diciembre el Congreso también cerró el paso a una ley del PSOE sobre el testamento vital y las curas paliativas que quería establecer una nueva regulación sobre las instrucciones previas. Descarriló por el rechazo de Junts y el PNV, sumado a la negativa del PP y Vox: 162 votos a favor y 180 en contra.
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Dos leyes promovidas por el PP que han superado el primer examen parlamentario
Los socialistas no solo han visto cómo iniciativas suyas descarrilaban, sino que también han testimoniado como su principal rival conseguía los votos necesarios para empezar a tramitar proposiciones de ley. De momento, han sido dos. La más relevante fue la toma en consideración, el pasado 22 de octubre, de una iniciativa que pretende que el Congreso tenga que autorizar el envío de armas al extranjero. La votación se saldó con victoria para los populares con 174 votos a favor (del PP, Vox, Podemos y UPN), 144 en contra (del PSOE, ERC, Junts, Bildu y el PNV) y 30 abstenciones (entre las que había la de Sumar, cosa que abrió una grieta al Gobierno). Previamente, el 23 de abril, el apoyo de Junts y el PNV (y la abstención de Bildu) permitió que empezara a andar una ley para relajar la protección del lobo ibérico.
Sumar ha dado la espalda al PSOE en trece ocasiones
Como era de esperar, el socio de coalición en la Moncloa es el más fiel de los aliados parlamentarios habituales. Ahora bien, en trece votaciones se ha alejado del PSOE y ha puesto en evidencia una fractura en el seno del Gobierno. Más de la mitad de las veces (siete) la grieta ha llegado fruto de la política exterior, con dos iniciativas del PP que querían enmendar la posición de los socialistas. La formación de Yolanda Díaz también se ha desmarcado de Pedro Sánchez para votar en contra de la ley sobre el proxenetismo que proponían los socialistas, para abrir la puerta a tramitar la ley del PP para obligar la Moncloa a pedir autorización al Congreso para enviar armas al extranjero y para reclamar el fin de los peajes de la AP-9 (en Galicia). También en una votación sobre infraestructuras eléctricas. Asimismo, Sumar votó en contra de dos enmiendas del PSOE a la Ley de Desperdicio Alimentario y se abstuvo en una de ERC que se aprobó con el voto a favor del PNV.
Podemos, el primero a azotar el Gobierno tumbando un decreto ley de Yolanda Díaz
La primera derrota parlamentaria de la Moncloa de 2024 (y de la legislatura) fue el 10 de enero. Era el día que el Gobierno ponía a examen tres reales decretos ley. Junts amenazó hasta última hora con votar en contra, pero acabó avalándolos a cambio, entre otros, de la delegación de las competencias en inmigración, que todavía se está negociando. Ahora bien, el revés para la Moncloa llegó de la mano de Podemos, que votó en contra del real decreto ley sobre el subsidio de paro, impulsado por Yolanda Díaz. Su rechazo llegaba un mes después de que Podemos y Sumar, que se presentaron en coalición el 23-J, rompieran peras al Congreso.
El PNV consigue agilizar los desahucios en casos de ocupación
Una de las últimas derrotas parlamentarias llegó de forma inesperada y de la mano del PNV. El error de ERC y Bildu y la ausencia de algunos diputados permitió que se introdujera en la Ley de Eficiencia a la Justicia una enmienda de los jeltzales para agilizar los juicios en casos de ocupación de domicilio. Junts votó a favor. La enmienda modifica la Ley de Enjuiciamiento Criminal para que los delitos de usurpación o allanamiento de morada pasen a tramitarse a través de juicios rápidos, cosa que facilitará los desahucios. Después de la votación, Podemos puso el grito en el cielo y condicionó su apoyo a la norma (que tenía que superar el veto del Senado) a remediar esta modificación. Finalmente, a última hora, los morados avalaron el texto a cambio de prorrogar las bonificaciones del transporte público y mantener la suspensión de los desahucios de personas vulnerables.
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22 reclamaciones más en iniciativas no legislativas del PP
Más derrotas. En los últimos meses, el PP ha conseguido sacar adelante una amplia batería de iniciativas no legislativas. Son textos no vinculantes y sin efectos jurídicos, que (en teoría) sirven como orientación política para el Gobierno. Más allá de las demandas en política exterior y de las dos reprobaciones, ha habido 22 peticiones de los populares que han salido adelante. Cuatro de ellas eran relativas a los casos de corrupción que rodean al PSOE:
- Con la abstención de Junts y ERC, el Congreso pidió a la Moncloa que “reconozca, aclare y depure todas las responsabilidades políticas” vinculadas con el caso Koldo.
- Con el apoyo de Junts, se instó el Ministerio del Interior a “aclarar” las “posibles filtraciones” a miembros del Gobierno e “integrantes de la trama corrupta” sobre investigaciones judiciales.
- Gracias al PNV, se pidió información sobre el dispositivo policial en Barajas para recibir a la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, en enero de 2022 y se reclamó una auditoría a los ministerios de Sanidad e Interior.
Por otra parte, la cámara baja dio luz verde a seis puntos de una moción sobre el “respeto a las Cortes Generales y el ejercicio de sus funciones constitucionales”. Podemos censuró a Teresa Ribera por sus ausencias en las sesiones de control, el PNV se abstuvo reclamando a la Moncloa que cumpla “sin demora” los mandatos del Congreso y morados y jeltzales permitieron exigir al Gobierno que presente las “justificaciones suficientemente acreditadas” cuando los ministros faltan en las sesiones de control.
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Finalmente, aparte de todo eso, el PP ha conseguido agrupar mayorías en el Congreso para sacar adelante otras demandas dirigidas al Gobierno:
- Deflactar el IRPF para compensar la subida de la inflación.
- Bajar el IVA de la carne, el pescado y las conservas.
- Introducir excepciones fiscales a los menores de 34 años los primeros años de la vida laboral.
- Contratar a más profesionales sanitarios para el Sistema Nacional de Salud.
- Exigir a Renfe que se recuperen las indemnizaciones por retrasos del AVE de quince minutos.
- Suspender las nuevas normas de registro de turistas que exigen a los hoteles recopilar hasta cuarenta datos de los clientes.
También han recibido luz verde la petición del BNG para acabar con los peajes del AP-9 (en Galicia) y tres demandas del PNV relacionadas con el suministro para la industria en procesos de descarbonización.
Las enmiendas a la Ley del Desperdicio Alimentario
Un último capítulo alcanza las modificaciones que se introdujeron a la Ley del Desperdicio Alimentario. Durante la votación en el pleno, se incorporaron seis enmiendas del PP, una de ERC y una de Coalición Canaria, que se sumaron a los retoques que se habían añadido durante la tramitación parlamentaria. Además, la cámara baja cerró la puerta a las enmiendas que el PSOE había mantenido vivas y a los cinco votos particulares de los socialistas. De entre los cambios que se introdujeron contra la voluntad del PSOE, está el aplazamiento de un año de la entrada en vigor de las obligaciones de la administración pública (a petición de Coalición Canaria) y la previsión de prescripción de las infracciones (impulsada por el PP).