El Gobierno considera que la propuesta del Parlamento que reclama retirada de la Guardia Civil a Catalunya responde "únicamente" a "un deseo político aberrante".
La vicepresidenta española en funciones, Carmen Calvo, ha evitado así este viernes responder directamente la petición de la consejera de presidencia de la Generalitat, Meritxell Budó, que exigía al Gobierno el cese inmediato del actual responsable de la Guardia Civil en Catalunya, así como emprender las acciones oportunas ante la ofensa y el agravio ocasionados en su discurso durante el acto de la patrona, la Virgen del Pilar, en el cuartel de Sant Andreu de la Barca.
Budó envió la carta ayer miércoles directamente a Calvo, a fin de que el ejecutivo estatal cese a Pedro Garrido, responsable del instituto armado en Catalunya cargó con dureza contra el independentismo y lo acusó de haber escogido "el camino del terror" para conseguir sus propósitos.
"Que un cuerpo como el de la Guardia Civil salga de Catalunya no es una cuestión al alcance de la Generalitat", ha sentenciado la socialista en la rueda posterior al Consejo de Ministros. "Como mucho puede ser un deseo político, pero ni de lejos eso está a su alcance", ha concluido.
Calvo ha zanjado el asunto añadiendo que ni el Parlamento, ni la Mesa ni el Govern de la Generalitat puede "pedir ni hacer nada contra un cuerpo de las fuerzas de seguridad en todo el territorio nacional".