Aun después del reciente congreso en el que Oriol Junqueras ha reordenado Esquerra Republicana después de ganar la disputa interna con el entorno de Marta Rovira y otros pesos pesados del aparato del partido, la formación republicana todavía es un hormiguero y las voces críticas plantan cara. Ahora, inmersos en la renovación de las federaciones locales, los críticos presentan una candidatura para disputar a la dirección de Junqueras la federación de Barcelona, que celebrará su congreso el 27 de abril. Bajo el nombre 'Dignitat Republicana', la lista está encabezada por Creu Camacho como candidata a la presidencia y Miquel Colomé como candidato a la secretaría general.
Su propuesta, explican, se basa en tres ejes: recuperar el asamblearismo que, según dicen, siempre ha caracterizado el partido y piensan que ahora se ha perdido; tener un proyecto propio "sin aceptar la dependencia de otros proyectos ni ser la muleta de nadie, ni del PSC ni de los Comuns ni de Junts"; y defender una Barcelona "para las clases populares y trabajadoras, una ciudad inclusiva que ejerce de capital" de Catalunya.
La nueva lista asegura que está formada por militantes que provienen de "diferentes sensibilidades" que han decidido confluir para buscar un cambio que recupere el "protagonismo de la militancia y la regeneración de la formación desde la base". Consideran que ha habido "ausencia de debate y abandono de un proyecto propio y genuino independentista y de izquierdas". Otros nombres que forman parte de la candidatura son Rosa Suriñach, Begoña Grau, Agnès Russiñol, Max Zañartu, Sheila Vidal, Esther Martin, Toni Colomina, Joan Miquel Saderra, Pati Sarrias, Nil Font y Quim Bosch.

El debate para entrar o no en el gobierno de Collboni, punto de inflexión
Según explica este colectivo, la candidatura crítica con la línea oficialista nace de la asamblea de junio del 2024 que tenía que decidir si ERC entraba a formar parte del gobierno municipal del socialista Jaume Collboni. Después de haber llegado a un acuerdo con el PSC, se convocó a la militancia a un congreso extraordinario para votarlo y la participación superó las expectativas, aunque la asamblea no se reanudó. La líder de ERC en Barcelona y ahora número 2 del partido con Junqueras, Elisenda Alamany, denunció "cosas extrañas". Después, la entonces número 2 del partido, Marta Rovira, reprochó a Alamany y Junqueras que negociaran este acuerdo de espalda a la dirección y que, al dejar fuera del acuerdo a los comunes de Ada Colau, estos hicieron caer los presupuestos del Govern de Pere Aragonès, precipitando el final de la legislatura. En este contexto, los críticos han decidido crear una alternativa "para defender con garantías la democracia interna, el proyecto propio de ciudad y el respeto a los militantes de base". La candidata a presidenta, Creu Camacho, asegura si se vuelve a presentar la oportunidad de entrar al gobierno de la capital catalana, convocaría un congreso "para debatir y votar en libertad".
La existencia de dos facciones dentro de la federación de Barcelona viene de lejos. En 2020, por ejemplo, para evitar una ruptura, se apostó por una candidatura de consenso entre las dos y el elegido como presidente de la federación barcelonesa fue Gerard Gómez del Moral. En 2023 hubo dos listas diferenciadas, una liderada por la concejala Eva Baró y la otra por la entonces secretaria general de Educación, Patrícia Gomà. La primera contaba con el apoyo de Oriol Junqueras y estas primarias internas fueron un primer pulso al presidente del partido, que ganaron con muy pocos votos de diferencia.