El president, Carles Puigdemont, ha demostrado una notable resistencia a las presiones de todo tipo que las últimas semanas han acompañado los rumores sobre cambios de Govern. Ello no ha impedido que el jefe del Ejecutivo haya mantenido en todo momento al corriente de las negociaciones al vicepresident, Oriol Junqueras, y al PDeCAT. Esta misma noche, Puigdemont se ha reunido en el Palau de la Generalitat con el expresident Artur Mas i la coordinadora demócrata, Marta Pascal, para abordar con ellos los cambios que proyecta hacer en el Gabinete, según ha podido saber El Nacional. La crisis de Govern habría entrado, esta vez sí, en la recta final.
En el catálogo de las presiones, Puigdemont ha sumado las últimas horas filtraciones periodísticas que no ha dudado en atribuir a intereses de parte, pero también la acampada de los medios a las puertas de su despacho en el Parlament y en la plaza Sant Jaume. De momento, la única cosa que ha dejado clara el Govern es que Puigdemont ha anulado su agenda de este viernes para abordar los cambios en el Gabinete.
Neus Munté. La consellera de Presidència se ha perfilado desde un primer momento como posible sustituta de Meritxell Ruiz en Ensenyament. Pero en estos momentos, todas la fuentes consultadas apuntan que quedará fuera del Ejecutivo. Durante las conversaciones se le habría planteado la posibilidad de conservar el papel de portavoz del Govern. Pero la hasta ahora titular de Presidència no habría aceptado el cambio. No solo eso, Munté habría mostrado su desacuerdo con la sustitución del secretario de Govern, Joan Vidal de Ciurana, uno de los nombres que desde el primer momento entraba en las quinielas de cambios y que también quedará excluido del Gabinete. Esta situación habría tensionado la relación de Munté con el president y el PDeCAT. Hay, sin embargo, una segunda versión más endulzada de la posible marcha de Munté del Govern. Esta pasaría por interpretar este movimiento como la necesidad del partido de preservar alguno de los dirigentes de primera línea de las inhabilitaciones que previsiblemente provocará el referéndum. Esta noche, el president se ha reunido con Munté en la Generalitat, junto con Vidal y el secretario general del departamento, Joaquim Nin. El Departamento de Presidència quedará en manos del presidente del grupo parlamentario de JxSí, Jordi Turull, el dirigente del partido que mejor conoce los preparativos del referéndum del 1-O y que esta misma noche ha hablado con Puigdemont.
Meritxell Borràs. La consellera de Governació es también uno de los clásicos en los rumores de cambios de Govern. Se argumenta que Borràs no se ha mostrado especialmente eficaz a la hora de garantizar la puesta en marcha de los resortes necesarios para garantizar el referéndum. La decisión de dejar desierto el concurso para la homologación de las urnas añadió puntos negativos a su cuenta personal. Con todo ello, la convocatoria de aquel concurso ha provocado que reciba una querella de la Fiscalía. Borràs podría mantenerse en el Govern con esta u otra responsabilidad. En cualquier caso, Puigdemont ja ha anunciado que el departamento perderá las competencias relacionadas con el proceso de votación del 1-O.
Meritxell Ruiz. La consellera de Ensenyament habría expresado abiertamente sus reticencias ante los riesgos que plantea el referéndum y sus consecuencias. Así lo habría comunicado al partido y al president, con lo cual su marcha del Govern se ha dado por hecha desde el primer momento.
Josep Rull. El conseller de Territori fue el coordinador de CDC cuando la renuncia de Oriol Pujol provocó un vacío de poder en el partido. Es uno de los pesos pesados del PDeCAT y lo dejó claro durante el congreso fundacional del pasado mes de junio donde tuvo un papel clave en la resolución final de la cumbre. Cuenta además con la total confianza del president. No habrá, por tanto, cambios en este departamento. No obstante, se había apuntado la posibilidad de que se marchara del Govern para asumir la responsabilidad de presidir al grupo parlamentario de JxSí en caso de que se confirmara la entrada en el Gabinete de Jordi Turull. Otro nombre que aparecía en las quinielas para sustituir a Turull en el Parlament era el de Marta Pascal, la coordinadora del PDeCAT.
Jordi Jané. El conseller de Interior es otro de los nombres que habitualmente aparece en las quinielas de candidatos a marchar del Govern. Ahora mismo, todo apunta que no continuará formando parte. Se le considera un perfil excesivamente tibio en Interior, donde la cúpula policial, encabezada por Albert Batlle se mantiene como un agujero negro por lo que respecta al proceso. Su marcha del Govern dejaría el Gabinete sin representante tarraconense del PDeCAT, por lo que su nombre se ha apuntado como posible conseller de Territori, si se marcha Rull al Parlamento. El nombre que se incorporaria al Gabinete para sustituirlo es el del concejal del PDeCAT por Barcelona Quim Forn.
Santi Vila. El conseller de Empresa es de los que tienen la continuidad garantizada. Por una parte, porque está considerado una de las personas de máxima confianza del president, pero también por el hecho de que fue el encargado de cubrir el hueco que dejó en el Consell Executiu el cese de Jordi Baiget.
Lluís Puig. El conseller de Cultura a penas ha llegado al Govern y no ha tenido ni tiempo de dar razones para que se vaya.
ERC. Este viernes el president i el vicepresident analizaran la situación de los consellers republicanos del Govern. Desde el PDeCAT se considera que los cambios en el Gabinete tendrían que tener también su réplica entre los consellers de ERC. Los republicanos, sin embargo, de momento no han considerado que el planteamiento de los demócratas tenga bastante peso como para llevarlos a abrir este melón en sus filas. La voluntad del vicepresident, no obstante, es que la crisis se cierre lo más pronto posible y de una forma clara y efectiva, aunque ello le obligue a mover pieza.