Ante los ataques que sufre el uso de la lengua catalana en diferentes ámbitos de la sociedad, la Cambra de Comerç de Barcelona se ha comprometido a impulsar el uso del catalán entre el tejido productivo, en cumplimiento de sus atribuciones legales, y a poner a disposición herramientas que contribuyan a cubrir las carencias que puedan tener y que impiden su uso con normalidad. Así lo ha manifestado el Pleno de la corporación este miércoles en un manifiesto que expresa "el más enérgico rechazo a todas aquellas actuaciones que suponen un ataque al uso del catalán como lengua propia de Catalunya" y su función de instrumento de cohesión y de inclusión social, y donde constata un claro retroceso en el uso social del catalán derivado de estos ataques. Esta declaración ha coincidido con la polémica sobre la imposición del 25% de las clases en castellano en un aula de una escuela de Canet y el debate lingüístico que ha generado.
La Cambra ha hecho un llamamiento a las empresas que tengan sede en Barcelona a incorporar el catalán como lengua de uso habitual en las interacciones internas, así como con proveedores y clientes. La corporación quiere contribuir en esta implementación del catalán a las empresas facilitando documentos, formularios, contratos y plantillas, entre otros, que normalmente se hace difícil encontrar en catalán. Además, impulsará una campaña de divulgación sobre cómo incrementar el uso del catalán en el ámbito empresarial. Sin embargo, el manifiesto emplaza las diferentes cámaras, asociaciones y entidades de representación empresarial a llevar a cabo las acciones necesarias para hacer del catalán la lengua de uso habitual en las empresas.
Uso del catalán a la baja
La aprobación del punto se ha hecho en el marco de las funciones y acciones instrumentales, que recoge la Ley de las cámaras oficiales de comercio, industria, servicios y navegación de Catalunya, y entre las cuales está la función fomentar la normalización lingüística en el ámbito del comercio, la industria, los servicios y la navegación (artículo 11 de la Ley 14/2002, de 27 de junio, de las cámaras oficiales de comercio, industria y navegación de Catalunya y del Consejo General de las Cámaras). Existe una preocupación ante el retroceso del catalán y su uso en el ámbito empresarial que cada vez va más a la baja.
La última Encuesta de Usos Lingüísticos, elaborada por el Idescat, señala la regresión en el uso del catalán prácticamente por todas partes fuera de la escuela, incluido el comercio. A modo de ejemplo, el año 2003 el 47,3% de la población utilizaba el catalán en el pequeño comercio, cifra que se reduce al 37,8% en el 2018, mientras que el castellano en este mismo periodo pasa del 36,9% al 42,2%. Esta sustitución lingüística se da también en grandes establecimientos. El uso de la lengua catalana en el ámbito económico y empresarial también experimenta este proceso de retroceso: el catalán ha pasado de ser la lengua habitual del 40,5% de la población con los compañeros de trabajo al 30,4% en el periodo 2003-2018 mientras que el castellano ha pasado del 35,3% al 39,2%.
El catalán en riesgo
En este sentido, poco después de hacerse pública la sentencia del TSJC, confirmada por el Supremo, que impone un 25% de las horas lectivas en castellano en las escuelas, la Cambra de Barcelona, ya manifestó su oposición con la decisión de la justicia española, que consideran "incomprensible" en un contexto donde según datos del Departamento de Educación solo un 20% de los alumnos utiliza siempre o casi siempre el catalán en las actividades de grupo y el 28% no lo hace servir nunca o casi nunca.
Es por este motivo que la corporación pide tomar conciencia de la situación por parte de toda la sociedad, pero en especial por parte del mundo empresarial, quien también se tendría que dar por aludido en esta situación de retroceso. Además, reivindican la necesidad de crear políticas públicas de apoyo a la lengua catalana en la actividad empresarial, favoreciendo así su uso por parte del colectivo que trabaja e interactúa.