Mañana complicada para el conseller de Educación. Josep Gonzàlez-Cambray ha tenido que hacer frente a una batería de preguntas por parte de la oposición sobre el programa que está poniendo en marcha el Govern de la Generalitat de cara al próximo curso. No ha sido un primer año de legislatura sencillo para Cambray, que ya ha vivido numerosas críticas por parte de los partidos políticos, pero también de la comunidad educativa y los sindicatos después de que anunciara el adelanto del curso escolar sin previo acuerdo con los afectados. En todo eso hay que sumar la cuestión del catalán a las escuelas y la intromisión jurídica con la sentencia del 25% de castellano del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya. Y ahora, más problemas: familias de P3 alertan de que se encuentran sin plazas para este 2022-2023.

El pasado febrero, el conseller ya anunció que reduciría las ratios a las aulas catalanas a partir del curso que viene, para que hubiera un máximo de 25 alumnos por clase en las aulas de Infantil 3. El objetivo, según Cambray, es que en la próxima década se reduzcan las ratios a toda la educación obligatoria, e iniciar un camino que acabe con un número máximo de 20 alumnos por clase, a partir aproximadamente del año 2030. Esta medida, sin embargo, es precisamente la que estaría causando un quebradero de cabeza para muchas personas, que ven cómo se están quedando sin plaza de P3 en una escuela pública, y se ven obligados a recurrir a la privada y la concertada.

Delante de eso, Cambray ha defendido la decisión de Educación y no ha retrocedido. "No reduzcamos las clases a la pública, sino que incrementamos un 8% los grupos y se incrementa la oferta pública, se lo mire como se lo mire," ha avisado. Así, ha celebrado la decisión de bajar las ratios porque permitirá "luchar contra la segregación", y ha defendido que este cambio no supondrá problemas para los padres y madres. "Estamos dando una respuesta positiva cerca del 92% de familias en su primera opción. Aquellas que escojan la escuela pública tendrán plaza en la escuela pública", ha explicado. Según Cambray, no habrá grandes cambios entre la cifra de personas que se queda sin entrar en la escuela pública este año respecto de otros años anteriores.

Y es que ha indicado que, de cara al año que viene, y para hacer frente a esta situación complicada, Educación ya ha respondido "incrementando como nunca la oferta de formación". En toda, dice, el próximo año habrá un aumento mayor que la variación conjunta de los últimos cinco años. Por eso ha lamentado las críticas que recibe su Departamento, y las ha reprochado. "Trabajamos más allá del ruido que algunos van haciendo". Y también un mensaje directo a la CUP, a quien ha criticado que vivan "instalados en la protesta", y al PSC ha disparado que "ponen palos en las ruedas" en sus medidas.

Protesta de los docentes en el Parlament

El Parlament tampoco ha sido un espacio seguro para el conseller. Además de las preguntas duras de los grupos políticos, también ha tenido que hacer frente a una protesta de docentes y miembros sindicales que se encontraban instalados a la parte superior del pleno. Cuando Cambray ha hablado, los representantes del comité de huelga se han levantado de sus sillas y han mostrado carteles en qué piden su dimisión y una "negociación real ya". En una pancarta también han criticado la infradotación, el caos y la privatización que comportan sus decisiones, y han advertido que el presidente Pere Aragonès es cómplice. Los trabajadores de la cámara han retirado los carteles, y los representantes se han acabado marchando del Parlament.

Protesta contra Cambray / Foto: Sergi Alcàzar