El control sanitario de la covid no depende de la Conselleria de Educació, sino de la de Salut. Por eso, a pesar de ser vasos comunicantes, el conseller de Educació, Josep Gonzàlez-Cambray, ha hecho una petición a su compañero de Govern, el conseller de Salut, Josep Maria Argimon: "Sacar las mascarillas es una decisión sanitaria y el Departament de Salut está valorando cómo sacarlas, y como siempre garantizando la máxima prudencia. El conseller pide que, en función de las decisiones sanitarias, se puedan sacar lo más pronto posible. Es una decisión sanitaria y detrás también hay una legislación estatal y se tendrá que seguir la información", en declaraciones al programa Cafè d'idees de RTVE. Cambray ya ha avanzado el cómo: "Primero empezaríamos por los patios y después dentro de las aulas. Eso querría decir que la pandemia está en un buen momento y nos permitiría poder relacionarnos de forma emocional sin mascarillas". Pero también hay otras cuestiones que la pandemia sigue condicionando. Una de ellas, las cuarentenas, que sin dar la fecha exacta, ya ha adelantado que su retirada es inmediata: "Cambiamos de protocolo y acabaremos con ellas durante este mes de febrero". Actualmente, en primaria se tiene que confinar todo el grupo cuando hay cinco positivos o bien el 20% de los niños contagiados. En paralelo, hay que recordar que desde este lunes ya no se hacen tests en las escuelas catalanas, "el único territorio que lo había hecho para detectar asintomáticos" tal como ha remarcado Cambray. Y el tercer aspecto son los famosos grupos burbuja. En este caso, el conseller ha delegado la decisión a los mismos centros. Diferentes voces de pediatría llevan semanas insistiendo en la incongruencia de este sistema, ya que consideran que los grupos burbuja han perdido el sentido en la medida en que hemos ido recuperando las rutinas y aumentando las interacciones sociales. De esta manera, admiten que no sirve que en la escuela los alumnos no se relacionen con nadie que no sea de su clase, si por la tarde van a inglés u otros extraescolares con otros niños y niñas. El proceso hacia la gripalización es una evidencia en todos los ámbitos, también el escolar. Cambray, sin embargo, se felicita de la tarea de su departamento: "Gracias a los protocolos hemos podido garantizar la presencialidad con más del 90% de los alumnos y profesionales asistiendo a las escuelas".
¿Aplicarán el 25% de castellano?
La periodista Gemma Nierga ha preguntado más de cinco veces si el Govern acatará la sentencia para aplicar el 25% de castellano en las escuelas. Cambray ni lo confirma ni lo desmiente: "Lucharemos con todas nuestras herramientas ante una sentencia que es tan absurda que es una ley derogada. El aprendizaje de las lenguas no va de porcentajes, va de pedagogía". Así pues, se reafirma en la crítica del TSJC: "Es una absurdidad de una sentencia que no se basa en criterios pedagógicos ni la realidad del país" y subraya el compromiso del Govern para "afianzar la escuela catalana como un modelo de éxito y seguir defendiendo el catalán como lengua vehicular en las escuelas y así seguirá siendo". Ahora bien, sí abre la puerta a nuevas noticias que se sabrán próximamente: "Lo haremos con un nuevo marco legislativo. Es muy importante saber realmente qué está pasando en las aulas del país; el castellano está y no tenemos ningún problema, cuántas más, mejor". Pero Nierga ha insistido: "Por lo tanto, ¿no se cumplirá el porcentaje?". Cambray vuelve: "Yo le digo que ya no aprendemos por materias, ya no son compartimentos, se aprenden las lenguas y no solo en la asignatura en que se aprende aquella lengua". En el primer caso de la polémica, la escuela de Canet, aunque no fue la primera en recibir la sentencia previa a la decisión del TSJC, el conseller considera que Educació "la ha defendido al máximo de lo que podía" y ha recordado que las sentencias se dirigen directamente a la dirección de los centros. Por eso, considera que "no se puede frivolizar sobre estas cuestiones" como se ha apuntado desde Junts en la idea de asumir la dirección de las escuelas y centra su papel en "acompañarlos en una situación no deseada y que en ningún caso responde a criterios pedagógicos". Por otra parte, Cambray no habló con la familia de Canet que aseguraba haber sufrido acoso para pedir más presencia del castellano: "No lo consideré oportuno".
¿Adiós a las notas?
Más allá de la lengua, el otro gran debate son las evaluaciones y los cambios que también pretende el Govern, que se quiere basar en criterios que ya se aplican "en los países más avanzados de Europa". Por eso, defiende una "evaluación no solo continuada sino también personalizada donde las familias recibirán más información que los indicadores actuales, y se basará en aclaraciones cualitativas". Ante la gran polémica sobre si desaparecerán las notas, pone el acento, "no es exactamente así", y también se prevén cambios en el acceso a la selectividad y un nuevo aprendizaje que se integrará de lleno "a partir del 2024". Eso se hará con nuevos criterios exigibles para el primero de bachillerato el próximo curso y para segundo de bachillerato, el siguiente.