Una parte de la prensa francesa ya se empieza a preguntar si la intención de Emmanuel Macron de contar con Manuel Valls como candidato para las elecciones a la Asamblea Nacional de los próximos 12 y 19 de junio, ha sido una decisión acertada o no. A pesar del estrepitoso fracaso de Valls en el Ayuntamiento de Barcelona, el presidente Macron considera que su figura en Francia sigue teniendo una cierta relevancia mediática: fue primer ministro y puede convencer a los votantes de la antigua izquierda de François Hollande para apostar por las políticas con un giro más socialista de Macron, por delante de la izquierda más radical de Jean-Luc Mélenchon.
Además, la insistencia de Valls por ser escuchado lo llevaron a una imagen a la desesperada cuando se colocó en primera fila para recibir a Macron desde París, después de la victoria en las elecciones generales del 24 de abril.
"Se marchará cuando vea que somos cuatro jubilados"
Estas semanas, Valls está de ruta. Ha visitado Menorca, Andorra, Lisboa, Barcelona y este viernes también estará en Madrid. Una de las visitas que la prensa francesa recoge por el fracaso que ha supuesto es la penúltima en Alicante, el pasado martes 17 de mayo. La convocatoria se hizo en un Ibis Hotel y el programa Quotidien del canal francés TMC lo siguió: "Valls, desesperado. Convocó a los suyos en un hotel de la periferia donde ya constatamos que había poca gente viendo los coches aparcados en el garaje".
También graban a cuatro personas en una mesa que entre ellas se preguntan si cuando los vea, "se marchará porque sólo somos cuatro jubilados". Finalmente, Valls se acerca a ellos y habla un rato. El candidato responde Al micrófono de la televisión que eso no le preocupa porque recibe "muchos whatsapps" y asegura que tiene seguidores".
Su equipo de campaña saca pecho y asegura que la asistencia a este tipo de actos es mucho mayor: "En Valencia vinieron 30, Andorra 80 y Portugal, 10". Pero la realidad es que muchas de las fotografías que el mismo Valls cuelga se observa poca afluencia o imágenes de él paseando por las calles de la ciudad que visita para disimular el poco poder de convocatoria que tiene. Algunos de los ejemplos puede ser la misma fotografía de portada en Mahón o de otros que ha compartido en twitter.
El actual diputado francés para esta circunscripción, Stéphane Vojetta, no ha aceptado el nombramiento de Valls y también está haciendo una campaña como independiente, en paralelo a la propuesta oficial y el candidato por el cual apuesta Macron. A pesar de todo, Vojetta ha asegurado que si gana la confianza de los franceses en España, Andorra, Portugal y Mónaco, destinará sus votos al gobierno de Macron.
En paralelo, el escándalo del espionaje del CNI en las negociaciones por la alcaldía de Barcelona ha puesto el foco en varios políticos y uno de ellos es Valls. Este, se ha desvinculado de las acusaciones de su complicidad para impedir un gobierno municipal independentista. También ha negado que detrás de la segunda investidura de Ada Colau hubiera una "operación de Estado" y ha reivindicado que él apoyó el gobierno de los comunes en Barcelona voluntariamente, ya que le parecía un "mal menor" al lado del candidato de Esquerra Republicana (ERC), Ernest Maragall.