El Tribunal Constitucional consolida este lunes la renovación parcial con la toma de posesión de los cuatro nuevos magistrados propuestos por el Gobierno y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Una vez se haya oficializado su entrada y con una mayoría progresista que no se veía desde 2013, el Pleno, que se espera que se reúna el martes, tendrá que decidir quién ocupará los cargos de dos de los magistrados Pedro González-Trevijano y Juan Antonio Xiol, que actualmente son el presidente y el vicepresidente del TC y que ya han agotado los tres años de mandato. Hasta ahora, los dos nombres que han trascendido para presidir el Constitucional son los de los progresistas Cándido Conde-Pumpido y María Luisa Balaguer. La decisión final estará determinada, a su vez, por los cuatro recién llegados en el TC, sobre todo la magistrada María Luisa Segoviano, que todavía no ha dejado claro a quien votará y podría hacer decantar la balanza hacia cualquiera de los dos lados. Por su parte, los vocales conservadores pretenden votar en contra de Conde-Pumpido por su proximidad al PSOE, mientras que los progresistas le darían apoyo. De hecho, los conservadores ya hicieron movimientos para frustrar su aspiración cuando vetaron la elección del candidato progresista José Manuel Bandrés, muy próximo a Conde-Pumpido, para entrar en el TC. De esta manera, todos los escenarios son posibles.
La recién llegada Segoviano tiene el voto decisivo
En una entrevista concedida el lunes pasado en Onda Cero, Segoviano rehusó revelar si apoyaría a Conde-Pumpido o a Balaguer, pero destacó la importancia de que quien ejerza la Presidencia del TC tenga la "empatía" necesaria para "limar asperezas" entre los magistrados cuando sea necesario. Se trata de cualidades que se atribuyen a Balaguer, sobre todo teniendo en cuenta la proximidad de Conde-Pumpido con el PSOE a lo largo de su carrera profesional, mientras que ella se ha mantenido mucho más alejada de los partidos. La votación para escoger el nuevo presidente o presidenta será secreta y requerirá la mayoría absoluta. Si después de la primera votación no hay 'fumata blanca', el pleno procederá a una segunda votación que se resolverá por mayoría simple. En caso de empate se hará una última votación y, si persiste el bloqueo, se propondrá para el cargo al magistrado más veterano: Ricardo Enríquez Sancho. Una vez seleccionados, los candidatos a presidente y vicepresidente del TC se elevarán al rey Felipe VI, a quien corresponde hacer los nombramientos para un periodo de tres años, renovable solo por tres más.
¿Quién es María Luisa Balaguer?
María Luisa Balaguer (Almería, 1953) es una destacada catedrática de Derecho Constitucional de la Universidad de Málaga desde hace décadas. El Senado la designó magistrada del TC en 2017. Ha destacado en su larga carrera profesional por sus conocimientos en materia de igualdad y feminismo. Entre otros posicionamientos, ha dado apoyo a la ley trans, a reformar la Constitución española para adaptarla a la UE y ha secundado la decisión del Gobierno de declarar el estado de alarma por la pandemia de covid.
¿Quién es Cándido Conde-Pumpido?
Fuentes consultadas por Europa Press indican que Conde-Pumpido ya habría iniciado una serie de contactos con el resto de magistrados del tribunal que servirían para calibrar qué posibilidades tendría de ser escogido. Se da la circunstancia que el exfiscal general mantiene una "magnífica" relación desde hace más de 20 años con dos de los nuevos magistrados —el exministro de Justicia Juan Carlos Campo y la magistrada jubilada del Tribunal Supremo María Luisa Segoviano. Conde-Pumpido ha sido portavoz de Jueces para la Democracia y fiscal general del Estado durante la época de José Luis Rodríguez Zapatero. El candidato a presidir el TC también ha defendido la decisión del gobierno de Pedro Sánchez de declarar el estado de alarma por la covid en declaraciones que le han ganado la enemistad del ala conservadora de la institución. Conde-Pumpido ha coordinado también las sentencias de los recursos del juicio al procés, hasta que fue recusado por el presidente Carles Puigdemont por pérdida de imparcialidad, en el momento de la cual se abstuvo voluntariamente de las causas relacionadas.