El intento del Ministerio de Educación francés de tumbar la ley de inmersión en catalán y otros idiomas, a través del Tribunal Constitucional, ha degenerado en un verdadero caos que ahora pone en riesgo incluso la solidez de la mayoría del presidente Emmanuel Macron en la Asamblea Nacional.

El ministro Jean-Michel Blanquer optó por tramitar el recurso al Constitucional a partir de 60 diputados de La República en Marcha, el partido de Macron, pero ahora resulta que una docena de ellos no quieren saber nada de la iniciativa. "El malestar es tan grande que varios cargos electos amenazan con abandonar el partido. Estos se sienten engañados sobre el contenido real del recurso o creyeron erróneamente que la iniciativa había sido acordada por todo el grupo", indica France 3.

La lista de firmantes del recurso ha trascendido sólo de forma oficiosa, y esta también ha sido una causa de las discusiones, porque La República en Marcha no la quiere dar a conocer de forma oficial. Activistas de las lenguas minorizadas se apresuraron a escribir a los firmantes de la lista oficiosa, pidiendo una rectificación. Al menos cuatro de ellos ya dijeron entonces que nunca habían manifestado su voluntad de firmar el recurso, y a partir de aquí la polémica no ha parado de crecer.

France 3

"Ley Molac sobre las lenguas regionales: este envío al Consejo Constitucional avergüenza a la mayoría presidencial", titula France 3

El diputado occitano Alain Péréa, dirigente del partido de Macron en el Aude, ha denunciado que lo que ha pasado ha sido "una puñalada en la espalda". "No hubo ningún debate interno en el grupo", ha indicado. Y ha insistido en que está "realmente enfadado con esta disfunción de nuestro grupo, pero también en relación con el mensaje que enviamos a los habitantes de los territorios". En términos parecidos se ha expresado el diputado bretón Gaël Le Bohec, también de Macron, que ha señalado que ha habido "sabotaje y manipulación". "Hablo de sabotaje porque el recurso se presentó pocas horas antes de que acabara la posibilidad de presentar una apelación, sin debatirlo en nuestro grupo. También ha habido manipulaciones del ministro de Educación con ciertos diputados. Algunos ya lamentan su entrada en el recurso", indica.

El también diputado bretón Florian Bachelier, igualmente macronista, se ha declarado "enfadado" y recuerda que el recurso lo impulsaron principalmente parlamentarios de París, "que niegan que Francia sea rica en diversidad".

La Asamblea francesa aprobó el 8 de abril la denominada ley de promoción de las lenguas regionales, que introduce por primera vez la inmersión en la escuela pública. Podrá ser de hasta el 50% en catalán en la Catalunya Nord. La propuesta, impulsada por el diputado bretón Paul Morac (Libertades y Territorios), fue aprobada en segunda lectura por 247 votos a favor y 76 en contra y 19 abstenciones. Superó de largo la mayoría absoluta de 162 diputados, y también favorece los otros idiomas que se hablan en territorio francés, como el occitano, el vasco, el bretón o el corso.

El argumento de Morac para convencer a diputados de prácticamente todos los grupos ha sido que las lenguas regionales también son patrimonio de Francia y que ya no se puede garantizar el uso por tradición familiar, sino que es necesaria una actuación decidida desde la escuela. El punto que le costó más sacar adelante ha sido impulsar la idea de la inmersión (con el matiz que sólo llegará al 50% y que será voluntaria), que es un sistema de éxito en la Catalunya sur, y también en Quebec con el francés, en Flandes con el neerlandés o en Israel con el hebreo. Pero finalmente quedó aprobado.