Las principales capitales del Estado español todavía están de resaca por la noche y madrugada que acaban de vivir. Todas menos las de las Islas Baleares y el País Valencià, sus presidentes Francina Armengol y Ximo Puig, respectivamente, pidieron retrasar el toque de queda y la justicia no les ha tumbado. El contraste ha sido flagrante: en Mallorca o Valencia reinaba el silencio, en el resto de las capitales, el jaleo.
En Barcelona pero también en Madrid, Oviedo, Bilbao, Salamanca o Sevilla, por citar algunas de las ciudades más destacadas, no han faltado los cohetes, gritos de "libertad", ningún tipo de distancia de seguridad, aglomeraciones que rompían con cualquier concepto de grupo burbuja reiterado hasta ahora, mascarillas fuera o por debajo de los labios, botellones, gritos y muchos vecinos que, por su descanso personal, admiten que ya echan de menos el toque de queda que imponía el estado de alarma.
Madrid
Repasamos algunas imágenes. En la Puerta del Sol de Madrid, muchos querían captar el momento con el teléfono móvil, como si fuera un momento histórico. La mayoría de jóvenes consumían alcohol en las calles ante la impotencia de la Policía Municipal que ha acabado desalojando esta plaza. A las 23h, los ciudadanos tenían que cerrarse en casa porque todavía regía el toque de queda y podían ser multados por no respetarlo, pero una hora después tenían de nuevo libertad de movimiento sin restricciones, excepto aquellos que residen en zonas concretas con una alta incidencia del virus.
La Puerta del Sol en Madrid / Fuente: EFE
En el barrio de Malasaña, uno de los más alternativos y populares para salir de copas, se han producido concentraciones y aglomeraciones de jóvenes, que al grito de "puto toque de queda" o "Ayuso" se han reunido en la Plaza 2 de Mayo. En una de sus calles, el de Velarde, centenares de jóvenes han empezado a correr ante la presencia de dos coches patrulla de la Policía Municipal, que les han perseguido mientras escapaban. Se ha producido algún lanzamiento de botella y los agentes de seguridad han acabado acordonando la zona. La incidencia acumulada en la Comunidad lleva más de diez jornadas a la baja, situándose en 317 casos por cada 100.000 habitantes a catorce días, en una semana ha disminuido en 67 puntos.
Oviedo
En la capital del Principado de Asturias ya avisan de que se están planteando pedir el toque de queda si la situación empeora o las imágenes de esta noche se repiten. A pesar de todo, su gobierno ha sido el menos restrictivo y el que menos medidas ha tomado, por ejemplo, no limita zonas de alta incidencia por la Covid-19 como en Madrid. Además, tampoco descartan dar libertad a los municipios para que celebren sus fiestas respectivas durante este verano. A pesar de todo, la prudencia de los mayores se puso de manifiesto y muchos, a las 23h, cerraban las terrazas de bares y restaurantes para volver a casa y no salir a la calle.
Ambiente en la zona antigua de Oviedo, Asturias / Fuente: EFE
Salamanca
En Castilla y León estaban eufóricos. El final del estado de alarma ha coincidido con el primer fin de semana de temperaturas suaves y muchos han decidido salir a la calle para alcanzar la noche. Grupos de jóvenes que se habían encerrado en casa a las 22h, han empezado a salir hacia el centro de la ciudad en los primeros minutos después de la medianoche. Allí, se han encontrado con grandes dispositivos de policía locales y nacionales pero se han limitado a una función más testimonial que efectiva, evitando excesos desmesurados. Más allá de identificar a algunos jóvenes y requisar botellas de alcohol, la masa de gente congregada en la Plaza Mayor era imposible controlar con el número de agentes desplegados.
Bilbao
El País Vasco se enfrenta al reto de una libertad impuesta por la justicia. Los datos de la pandemia no son favorables y el lehendakari Íñigo Urkullu pidió prolongar las medidas del estado de alarma. A pesar de todo, no le han concebido y los expertos temen un descontrol sanitario. La plaza Unamuno de Bilbao se llenó de espontáneos con el vaso lleno de alcohol en la mano celebrando que ya podían salir de noche. A pesar de todo, ha sido una de las ciudades donde más conciencia colectiva se ha visto y no se han desbordado, excepto algunos casos puntuales, sus calles.
Miembros del Ertzaintza y la Policía Municipal de Getxo controlan el acceso a la playa de Arrigunaga / Foto: EFE
Sevilla
A las 23h en punto, todos los que se encontraban en la Alameda de Hércules, Sevilla, aplaudieron para dar la bienvenida a la 'nueva normalidad'. Además, para los andaluces ha sido la primera noche que los bares han podido abrir más allá de las once. Las calles se han llenado pero el escenario era diferente a otras zonas del Estado ya que la restauración mantenía el consumo responsable de alcohol. No obstante, los gobernantes ya han lanzado más de una advertencia. El Grupo Municipal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Sevilla teme que la caída del estado de alarma vaya de la mano con un incremento de la criminalidad, los delitos y las infracciones.
¿Y Valencia y Mallorca?
La noticia es que no hay noticia. La calma de los últimos meses se ha repetido en todo el País Valencià y las Islas Baleares. Tampoco se ha registrado ningún incidente destacado derivado del malestar que puede suponer ver las comunidades vecinas celebrando la noche en la calle. Hay que recordar que, especialmente en Valencia, los datos registrados de la Covid-19 son de las mejores en todo el Estado. El presidente Puig ha alargado el toque de queda hasta el 24 de mayo, mientras lleva una semana sin registrar ningún muerto y con menos de 200 pacientes ingresados.
Fotografía de portada: la Plaza Mayor de Salamanca