Los acuerdos que ERC ha cerrado en las diputaciones de Tarragona y Lleida con el PSC, que han dejado a Junts fuera del gobierno de estas instituciones, ha provocado un tenso debate entre el president de la Generalitat, Pere Aragonès, y el presidente del grupo de Junts, Albert Batet, durante la sesión de control en el Parlament. El diputado de Junts ha reprochado que los republicanos "no son de fiar" y que el president ha sido desautorizado por su propio partido después de haber impulsado un frente común del soberanismo. "Pida a su partido que rectifique, todavía estamos a tiempo y haga una profunda reflexión: si vale la pena aguantar esta agonía. La coherencia tiene premio en las urnas", ha advertido Batet.
El diputado de Junts ha recordado que la semana pasada, después de que ERC perdió 300.000 votos y quedó como tercera fuerza en las elecciones municipales, Aragonès compareció en la Galería Gótica para reclamar un frente del soberanismo y el independentismo, empezando por los ayuntamientos, y se ha preguntado cómo puede ser que, mientras el president hacía este anuncio solemne, ERC negociara y firmara acuerdos con el PSC en las diputaciones de Tarragona y Lleida, "cuando tienen una propuesta de Junts encima de la mesa, y en las dos diputaciones hay una mayoría independentista". "¿Es esta su manera de rehacer la unidad?", le ha interrogado.
Aragonès ha replicado recordando que Junts pactó con el PSC en la diputación de Barcelona después de las elecciones del 2019; ha aconsejado a esta formación no dedicarse a repasar una lista de reproches y centrarse en mejorar lo que funciona; y ha contrastado los acuerdos en las dos diputaciones con la elección de Anna Erra el viernes pasado como presidenta del Parlament, que contó con el voto de ERC.
"No son de fiar"
La explicación no ha satisfecho a Batet que en la réplica ha vuelto a la carga. "Usted pide rehacer la unidad del independentismo y su partido hace lo contrario. Volvemos a ver, primero, que ustedes no son de fiar, por eso salimos del gobierno, siempre dicen una cosa y hacen otra, aquí y en Madrid; y segundo que usted es un president tutelado, desautorizado y los primeros que no le respetan y le hacen perder la credibilidad son los de su partido", ha reprochado, además de tildar al gobierno de agotado y a ERC de "partido desesperado", por lo cual ha apuntado la necesidad de convocar elecciones.
Aragonès ha insistido en que su llamamiento al frente democrático obedece al horizonte que se plantea el 23 de julio, que puede ser muy grave, y ha replicado a los reproches de Batet aconsejándole que no pretenda trasladar a ERC la situación que tiene Junts. "No sé en su casa su partido como funciona, pero no intente proyectar las divisiones, las sombras, las correcciones sobre presidencias de su partido... sobre el mío. En mi partido cuento con el apoyo y el aval de todos y cada uno de sus militantes y dirigentes. Las decisiones de Govern las tomo yo y siempre tengo apoyo y estima de mi partido", ha remachado.
El PSC: pacto para la educación
La última crisis de gobierno ha protagonizado buena parte del resto de intervencines de la sesión de control. El presidente del grupo socialista, Salvador Illa, después de recordar los malos resultados en comprensión lectora de los niños catalán de Primaria y el "malestar" de la comunidad educativa, ha ofrecido a Aragonès un "pacto catalán para la educación de amplio recorrido y abierto a todas las formaciones que se quieran sumar", aprovechando el relevo al frente de la conselleria. Ha advertido que tiene que ser un acuerdo estructural, amplio, y de largo recorrido. Aragonès ha remitido las propuestas sobre este tema al pleno monográfico sobre educación.
El diputado de la CUP Xavier Pellicer ha preguntado si los relevos en el ejecutivo comportarán un giro de 180 grados del Govern o simplemente se trata de cambios ante la bajada electoral i ha reclamado "autocrítica" al gobierno porque "a partir del 23 de julio no tendrá más remedio que hacerla". Aragonès ha replicado que mantendrá la hoja de ruta prevista para esta legislatura. "No haré un giro de 180 grados sería renunciar a lo que somos y dejar paso a la extrema derecha", ha replicado, señalando las políticas de vivienda, defensa de la lengua catalana o el estado del bienestar.
También desde los comunes, Jéssica Albiach, se ha referido a la remodelación del ejecutivo. Ha atribuido la crisis de gobierno a una "rectificación" de Aragonès y ha preguntado si la sustitución del conseller Josep Gonzàlez Cambray comportará un giro de 180 grados en la política del departamento de Educación. "Ustedes todavía forman parte del gobierno del Estado, que ha llevado a cabo 5 remodelaciones. ¿Quiere decir eso que su grupo en Madrid repruebe la actuación de sus ministros?", ha replicado el presidente a la líder de los comunes.
Críticas de Cs y PP
El presidente de Cs, Carlos Carrizosa, ha cargado contra el despliegue de la Agencia Tributaria de Catalunya que, según ha asegurado, el Govern reactivó al día siguiente del revés de las elecciones municipales en que ERC quedó por detrás de Junts. "Quieren vender otra vez el espejismo de una estructura de Estado", ha reprochado, asegurando que la Agencia Tributaria se ha convertido en un "auténtico sismógrafo del procés que detecta los temblores de ERC". El president ha explicado que este despliegue se aprobó para mejorar la gestión tributaria de la administración.
También el presidente del grupo popular, Alejandro Fernández, ha preguntado a Aragonès sobre el informe que sitúa a Catalunya en la cola de España en comprensión lectora de los alumnos de Primaria, que ha atribuido a "20 años de políticas nefastas", impuestas por dos "obsesiones nacionalistas", como la inmersión y la negación de la cultura del esfuerzo. "Su sistema no funciona. Es un modelo de rotundo fracaso", ha advertido. Aragonès ha atribuido la intervención a una obsesión del PP contra el catalán. "En todo caso, le recomiendo que corra por todo el país. Catalunya es mucho más diversa y plural. No se hablan dos lenguas, se hablas 359", ha remachado.