Que el PSOE haya optado por dejar la investidura de Pedro Sánchez en manos del independentismo ha revuelto el estómago a determinados sectores del socialismo español, con los barones Javier Lambán y Emiliano García-Page ―los presidentes de Aragón y Castilla-La Mancha― al frente de las críticas. Este sábado, desde Barcelona, la vicepresidenta española en funciones, Carmen Calvo, les ha tirado de las orejas durante una intervención en el XIV congreso del PSC. Destacan, sobre todo, dos advertencias: que "amar Catalunya y defenderla no implica estar contra España" y la pregunta "¿a quién le extraña que dialoguemos? Se lo tiene que mirar". Es cierto que no los ha mencionado directamente, pero tampoco ha hecho falta.
Lambán y García-Page han salido en tromba contra ERC, calificándolos de indeseables, y han defendido abiertamente una alianza con Cs y el PP. Unas declaraciones ante las cuales Miquel Iceta les pidió respeto por las negociaciones. La reacción no tardó, y el presidente de Aragón acusó al líder del PSC ni más ni menos que de supremacista. Después de esta agitación, Calvo ha salido al paso, cerrando filas con la apuesta de la cúpula del PSOE de abrir conversaciones con ERC y confiarlas, en buena parte, a los dirigentes socialistas catalanes. "En democracia estamos obligados a hablar". Y ha añadido: "No esperamos menos del resto de socialistas españoles".
La mano derecha de Pedro Sánchez en la Moncloa ha subrayado que "es mucho más constructivo y necesario una Catalunya que encaja en un estado como el nuestro" y ha reivindicado la "diversidad territorial del país" y una "Catalunya con su lengua, costumbres, desarrollo y autonomía política". En relación al diálogo, ha apostado por una "solución razonable, posible y legal" y ha señalado la necesidad de encauzarlo dentro de los "procedimientos democráticos y legales", en el marco de los "parámetros políticos y jurídicos que en democracia nos obligan".
Con la mesa de diálogo con Esquerra Republicana funcionando con discreción pero a toda máquina, Calvo ha insistido en que se trata "de una oportunidad extraordinaria para poner en valor la política", para "tender puentes". Eso sí, ha avisado al independentismo de que "nadie es más valiente ni más listo por saltarse las normas".
En contraste con esta mano tendida, ha cargado con dureza contra "las derechas", el Partido Popular y Ciudadanos, a quienes ha reprochado que desde las primeras elecciones generales de este año, las de abril, "no han movido ni un dedo por España". "Nos han dejado solos con la responsabilidad", ha afirmado Calvo.