La casa Vallmanya del president Francesc Macià ha sido al fin protegida como Bé Cultural d'Interès Nacional (BCIN), en la categoría de lugar histórico. El Diari Oficial de la Generalitat (DOGC) ha publicado este lunes la resolución firmada por la consellera de Cultura, Sònia Hernández, que detalla que el 14 de enero la Dirección General del Patrimonio Cultural emitió un informe favorable a la incoación del expediente y que se ha procedido a hacerlo de acuerdo con la ley del patrimonio cultural catalán. La incoación del expediente comporta la aplicación inmediata y provisional del régimen de protección establecido para los bienes culturales que ya han sido declarados de interés nacional, aunque ahora se abre un proceso de alegaciones durante el plazo de un mes. El trámite se ha notificado al Ayuntamiento de Alcarràs (Segrià), que ya la declaró Bien Cultural de Interés Local (BCIL) en 2008.

Desde la plataforma Salvem Cal Macià hace años que exigen a las administraciones que intervengan para evitar la desaparición, reclamando que se expropie la casa de forma inmediata. Ahora, han valorado la noticia como "un pequeño paso" y han subrayado que la casa Vallmanya "ya se puede considerar a todos los efectos como un BCIN", de manera que la Generalitat ya puede expropiar la casa "si existe la voluntad política necesaria". De hecho, defienden que la expropiación es "la única vía y garantía de preservar el inmueble y la memoria del president Francesc Macià", aunque tanto la Generalitat como el Ayuntamiento de Alcarràs son contrarios a llevarla a cabo.

Atascada la restauración de la casa Vallmanya

Más allá de la declaración como BCIN, la Generalitat y la Diputación de Lleida acordaron en 2023 dar 920.000 euros al Ayuntamiento de Alcarràs para la compra y la restauración de la casa. La idea era invertir 120.000 de estos euros en adquirir la finca y dedicar los 800.000 restantes a restaurarla, con la previsión que el año pasado se hicieran obras de urgencia para frenar el deterioro del edificio y que este año empezaran las obras reales. Desgraciadamente, todos los procesos se encallaron en 2024 porque el dueño decidió doblar el precio y todavía no se ha llegado a ningún acuerdo.

La casa Vallmanya fue una construcción cartujana del siglo XVII, uno de los pocos ejemplos de casa solariega en el Segrià. Fue residencia ocasional de la familia Macià Lamarca desde finales del siglo XX, cuando Agapit Lamarca, propietario de la finca y padre de Eugènia Lamarca, mujer de Francesc Macià, llevó a cabo una gran reforma arquitectónica de las antiguas estancias cartujanas. Después de ser incendiada durante la Guerra Civil, el interior de la casa sufrió diversas y reiteradas modificaciones. Actualmente, se encuentra en muy mal estado.