Pablo Casado está cada vez más aislado. Intentó taponar la herida, pero no lo ha logrado y el Partido Popular se desangra por todos lados. Ahora sus barones territoriales más fuertes se han aliado en su contra. Los presidentes Alberto Núñez Feijóo, Isabel Díaz Ayuso, Alfonso Fernández Mañueco y Juanma Moreno han estado en contacto durante las últimas horas para buscar soluciones, según informa La Vanguardia. Esto son todos los gobernantes populares menos el murciano Fernando López Miras. Visto el enroque de la formación, ya piden directamente su dimisión como primer paso para reconducir la situación del partido, que desemboque en un congreso extraordinario para escoger nueva dirección. Mientras tanto, el comité de dirección del partido se está eternizando. Ha empezado a las once de la mañana, se ha hecho un receso a las tres del mediodía para comer y han reanudado el encuentro a las cinco de la tarde.
Están siendo unas horas de vértigo en Génova 13. De hecho, según explica la Cadena SER, el mismo secretario general del PP, Teodoro García Egea, se ha puesto en el teléfono para hablar con barones y diputados y sondear los apoyos que tiene Pablo Casado dentro de la junta directiva ―formada por 550 personas― para evitar un congreso extraordinario. Esta misma tarde han llegado al cuartel general algunos cuadros fieles a la actual dirección, que habrían sido convocados de forma exprés.
Fuentes presentes en la reunión explican que existen disidentes incluso dentro del comité de dirección, que es el núcleo duro de Casado. Según varios medios, algunos miembros, como la diputada valenciana Belén Hoyo, habrían amenazado con dimitir si el presidente del PP no cesa al secretario general Teodoro García Egea y convoca un congreso extraordinario para escoger nuevo líder. La mañana comenzó con el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, trasladando su voluntad de dejar el cargo de portavoz estatal del partido para centrarse en su ciudad.
Todos los escenarios están abiertos. El congreso ordinario del PP no está previsto hasta julio, cuando la actual dirección cumpla cuatro años al frente del partido. Pero la posibilidad de un congreso extraordinario anticipado también se ha contemplado. Lo puede convocar Pablo Casado por iniciativa propia o lo puede hacer el partido. Para eso haría falta que tres quintas partes del comité de dirección forzaran una junta directiva extraordinaria. Y esta junta directiva podría convocar un congreso extraordinario con dos tercios a favor. De momento, de Génova sólo sale el silencio.
Sí que ha hablado, en cambio, Isabel Díaz Ayuso: "La situación del PP es insostenible". En estos términos se ha pronunciado hoy la presidenta de la Comunidad de Madrid, que no da por cerrada la crisis. En un acto público en Boadilla del Monte, la lideresa ha exigido a Pablo Casado que tome decisiones contundentes después del "ataque político cruel" que ha sufrido durante los últimos días. No se ha pronunciado explícitamente sobre dimisiones o congresos extraordinarios, pero sí que ha allanado el camino: "No puede quedar gratis el perjuicio que se ha causado a la Comunidad de Madrid". Una Ayuso que ha aprovechado para dejar claro que no se moverá de Sol.
A eso se suma la presión de barones territoriales, como el presidente gallego Alberto Núñez Feijóo o el presidente castellanoleonés Alfonso Fernández Mañueco. El presidente de la Xunta ha asegurado que ante la situación de "colapso" en que se encuentra el PP hay que adoptar decisiones "que no serán fáciles, sino complejas", pero que son "urgentes", porque "el PP es la única alternativa de gobierno a un mal gobierno". En los mismos términos se ha pronunciado Mañueco: "Los votantes y alcaldes del PP de Castilla y León estamos indignados" y por eso "reclamamos una solución rápida, inmediata y eficaz". De hecho, según fuentes conocedoras de los contactos, los presidentes autonómicos del PP han mantenido conversaciones durante el fin de semana para valorar la situación y las posibles salidas.
Uno de los más contundentes ha sido el presidente del Partido Popular catalán, Alejandro Fernández, que ha pedido "dar la voz al afiliado ya". Lo ha hecho a través de Twitter: "Esto ya no es un mero conflicto interno de poder, sino un divorcio traumático con el sentir de nuestros afiliados. Ante algo así, no podemos quedarnos tocando la lira observando el incendio. Hay que tomar decisiones drásticas que den la voz al afiliado ya".