El vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, ha asegurado hoy que existe una "fractura interna" y un "problema de convivencia" en Catalunya ocasionado por unos políticos "irresponsables", a los que ha advertido de que las "consultas ilegales se topan con el muro de la ley".
El dirigente del PP también ha lanzado una clara advertencia al president de la Generalitat, Carles Puigdemont, y al Govern ante su intención de convocar una referéndum el próximo año, justo un día después de que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña haya decidido juzgar al expresident Artur Mas y a las exconselleras Joana Ortega e Irene Rigau por la consulta del 9-N.
Casado, la presidenta del PP catalán, Alícia Sánchez-Camacho, y el presidente del grupo municipal de esta formación en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández, han participado en un encuentro con afiliados y simpatizantes activos en redes sociales en el Centre Cívic Vil·la Florida de la capital catalana.
Durante su intervención, Casado ha rechazado hablar de un "problema catalán" como en su opinión apuntan los independentistas o las confluencias de las izquierdas porque, ha argumentado, sería un "insulto para los catalanes decir que Catalunya es un problema, cuando es un orgullo".
Problema de convivencia
No obstante, el vicesecretario de Comunicación de los populares ha asegurado que existe un "problema de convivencia" entre los catalanes debido a unos políticos nacionalistas "irresponsables" que, junto a los populistas, se han convertido en el "último reducto" de los partidos a "los que no les gusta la libertad".
"No hay un problema de fractura de Catalunya con España, si no de fractura interna", ha recalcado Casado, una "fractura interna" que, según el dirigente del PP, afecta incluso a los propios partidos catalanes, con la ruptura de la federación de CiU o la "fractura" del PSC debido a su "doble discurso" ante el reto independentista.
Frente al procés independentista, Casado ha situado al PP, con sus "buenas ideas de moderación y centralidad", como la "mejor vacuna" al "afán divisorio y sectario" de los independentistas que, ha dicho, "ni van a vencer ni a convencer".