Los dirigentes territoriales del Partido Popular se movilizaron para exigir una solución inmediata y rápida a la guerra civil popular entre la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz-Ayuso, y el líder del partido, Pablo Casado. Finalmente, la dirección del partido, con sede en Génova 13, se reunió con Ayuso y decidieron cerrar "satisfactoriamente" el expediente a la presidenta madrileña. Sin embargo, los barones del PP, que erigieron a Alberto Nuñez Feijóo como portavoz, no están satisfechos con estas medidas. Piden, según ElMundo, "cambios" en la dirección nacional que ejerzan de "dique de contención". Eso se traduce en la dimisión del secretario general del PP, y mano derecha de Casado, Teodoro García Egea.
Según el rotativo español, los dirigentes autonómicos están muy descontentos y son muy contundentes con sus demandas. "O lo echan (García Egea) o tendremos que ir a un congreso, eso no se puede cerrar en falso", asegura a uno de los presidentes regionales popular. La convocatoria de un congreso extraordinario empujaría a un partido fracturado y dividido en dos a una carrera descarnada por el liderazgo del partido, mucho más intensa que la de Pedro Sánchez y Susanna Díaz en el PSOE. Además, las dos posiciones, proAyuso y proCasado, se distanciarían todavía más y eso podría repercutir en una fuga de electorado hacia la extrema derecha, que recogería, como es habitual, el voto de los descontentos. Ayer ya lo advertía una encuesta electoral de OkDiario, Vox podría hacer el sorpasse al PP. Los barones del PP son conscientes y aseguran que "estamos cerca de que eso ocurra", sin embargo, la dirección del partido desde Génova hace oídos sordos a las peticiones de los dirigentes territoriales y les manda un mensaje claro y conciso: "Casado confía al 100% en García Egea y seguirá".
La exportavoz del Grupo Popular en el Congreso Cayetana Álvarez de Toledo, ha apuntado en la misma dirección que los barones del partido: ha exigido a los miembros de la Junta Directiva Nacional del PP que se convoque ya un congreso extraordinario ante la profunda crisis interna que atraviesa la formación. Como Álvarez de Toledo, son cada vez más los populares que consideran que sólo un congreso extraordinario puede acabar con el "daño irreparable" que se está haciendo al PP. El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, ha dejado caer también esta posibilidad al advertir públicamente Casado que si no soluciona esta "hemorragia" puede haber un congreso extraordinario, porque no se puede llegar a julio - cuándo toca el congreso ordinario - con "esta herida abierta".
Por otra parte, la batalla ha caído como un regalo del cielo al PSOE que después del mal resultado del candidato socialista, Luis Tudanca, a las elecciones de Castilla y León, aguantaría la acometida de la oposición y volvería a ganar las elecciones generales, según la encuesta de ElEspañol. La escaramuza entre Ayuso y Casado ha estallado justo en el momento donde los socialistas empezaban a sentir el malestar de una España descontenta con la coalición de socialistas y Unidas Podemos. Este desencuentro popular ha hecho retirar el foco de todas las críticas a la formación de Sánchez, que resistiría a la Moncloa con el 25,9% de los apoyos, es decir, a 106 diputados. Un resultado muy bueno para Ferraz, que en los últimos días veía cómo las encuestas situaban el partido detrás de los populares y con pocas posibilidades de gobernar.