El proyecto de Constitución catalana en que han estado trabajando varios equipos de especialistas -entre los cuales el juez Santi Vidal-, prevé que el catalán sea la lengua “oficial” de la República catalana, junto con el aranés en el Aran, mientras que el castellano tendrá un trato de “protección de los derechos de las personas que son castellanohablantes”.
Este texto, según ha adelantado el diario El Punt Avui, incluye 148 artículos en su versión final, y será entregado este miércoles a la presidenta del Parlament de Catalunya, Carme Forcadell.
Precisamente el estatus del castellano en una futura Catalunya independiente es una de las cuestiones más polémicas, especialmente teniendo en cuenta que de los tres borradores utilizados para componer el texto definitivo dos de ellos mantenían la cooficialidad para el castellano, mientras que un tercero preveía una moratoria de diez años para el uso del castellano ante la administración.
Cabe señalar que a raíz de la polémica abierta por el grupo Koiné, defensor de la oficialidad única del catalán, tanto el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, como el vicepresident del Govern, Oriol Junqueras, declararon su apoyo a una situación de cooficialidad entre catalán y castellano.