Los catalanes aprueban la gestión del Govern de Catalunya. Según la encuesta de valoración del Govern y de las políticas públicas de 2023 que ha publicado este jueves el Centro de Estudios de Opinión (CEO), los catalanes valoran la gestión del Govern con un 5 raspado de nota media. La encuesta, que se realizó entre el 29 de septiembre y el 30 de noviembre y cuenta con una muestra final de 2.083 personas, ilustra pese a todo un aumento en la valoración al Govern respecto de la encuesta del año anterior, que suspendía la gestión del ejecutivo catalán con una nota media de un 4,4. "Encontramos un cambio hacia mejor en la valoración de los diferentes gobiernos, en torno a medio punto, pero es consistente en diferentes indicadores", ha señalado el director del CEO, Jordi Muñoz, en rueda de prensa.
La encuesta también incluye la valoración de los diferentes ejecutivos —municipal, Govern de la Generalitat, Comisión Europea y el Gobierno, que suspende con un 4,5— y muestra cómo varían las valoraciones por edad, género y simpatía de partido. A diferencia de la anterior encuesta, donde solo los simpatizantes de Esquerra Republicana aprobaban la gestión del gobierno de Pere Aragonès, ahora solo son los simpatizantes del PP, Vox y Ciudadanos los que lo suspenden.
Aunque la nota media obtenida es de un 5 pelado, un 68% de los encuestados ha aprobado la gestión del Govern con un 5 o más (la mayoría de respuestas se sitúan entre el 5 y el 8); mientras que un 29% lo ha situado entre el 0 y el 4. Un 3% no ha contestado. En la encuesta del año anterior, los que aprobaban al Govern eran el 62,5%; mientras que los que lo suspendían entre el 0 y el 4 se quedaban en un 37%. Por partidos, el 83% de los simpatizantes de ERC aprueba la gestión del Govern. En el caso de los simpatizantes de En Comú Podem-Sumar, el PSC y la CUP, el porcentaje de aprobación se sitúa en un 70%. En cuanto a Junts, la tasa de aprobación es del 68%. Por contra, los simpatizantes del PP (36%) y los que no expresan ninguna simpatía partidista (41%) son, juntamente con los de VOX (42%), los que menos aprueban al Govern.
Los puntos fuertes y débiles de la gestión del Govern
A la hora de valorar las actuaciones del Govern en diferentes ámbitos, los catalanes y catalanas otorgan mejor calificación y aprueban las referentes a la promoción de la lengua catalana, con un 6,1 de nota media; y el transporte público, la sanidad pública y la enseñanza pública, con un 5,4. Por otra parte, los encuestados manifiestan más dudas con las acciones del ejecutivo catalán en referencia a la lucha contra el cambio climático, el impulso de la economía y las empresas, la seguridad ciutadama, la lucha contra la pobreza, y las relaciones entre Catalunya y España. Y de hecho, los simpatizantes de todos los partidos suspenden al Gobierno en las relaciones Catalunya-España.
La nota que reciben los gobiernos socialistas del Estado y de Barcelona
El Gobierno ha suspendido en la encuesta de valoración de los gobiernos del CEO. La nota media que le otorgan los catalanes es un 4,5, aunque es medio punto por encima que en la anterior encuesta. Los simpatizantes del PSC (6) y los comunes-Sumar (5,6) son los únicos que aprueban al ejecutivo estatal. Los más próximos a los partidos independentistas suspenden a Pedro Sánchez y sus ministros con contundencia: los de ERC le ponen un 4,2; mientras que la calificación de los simpatizantes de Junts y de la CUP es de un 3,4 y de un 3, respectivamente. Entre los partidos de la derecha, Ciudadanos es el que ve mejor el gobierno (4,4), en tanto que los populares sitúan la nota media en un 3,8 y los de Vox, en un 2,8, la nota más baja.
En general, de todos los gobiernos, los ayuntamientos son los que reciben una mejor valoración por parte de la ciudadanía de Catalunya: la media es de un 5,5, siendo los municipios de menos de 2.000 habitantes los que mejor ven sus gobiernos locales (6,1). La ciudad de más de un millón de habitantes —solo está Barcelona, gobernada por Jaume Collboni— es la que recibe una nota media de aprobado (5,1), mejor que en la última encuesta hecha durante el último gobierno de Ada Colau.