La cacerolada y el plantón institucional al Rey en la cena de inauguración del Mobile World Congress evidenció el rechazo que genera el Monarca en la sociedad catalana. El clima de enorme tensión por la llegada del Monarca a Barcelona no resulta extraño si se observa la baja popularidad de la Corona, que recibe un suspenso mayoritario por parte de los catalanes.
El último barómetro de opinión pública del Centre de Estudis d'Opinió (CEO), que recogía el clima político posterior al 1-O, evidenciaba el malestar de la sociedad catalana con el monarca español, que en su discurso posterior al referéndum no hizo ninguna mención —ni condena— respecto de la violencia policial en la jornada del referéndum, que dejó un balance de más de 900 heridos.
Una amplia mayoría, seis de cada diez catalanes (60,3%), no tiene ningún tipo de confianza con la Monarquía y le da a un 0 sobre 10, lo que confirma la tesis del rechazo masivo a la Corona. Pero es más: prácticamente cuatro de cada cinco (77,9%) la suspenden, es decir, le dan una puntuación de cuatro o inferior. De hecho, en cómputo global, los catalanes otorgan a la institución un paupérrimo 1,82, medio punto menos que en el barómetro anterior (2,36).
Comparar estas cifras con la popularidad en el conjunto de España es hoy por hoy muy complicado. Y es que el CIS —el equivalente del CEO para el conjunto del Estado— no pregunta sobre la Monarquía desde hace prácticamente dos años [en abril del 2015], diez meses después del nombramiento del rey Felipe. Quizás tiene que ver con que la última vez en que se va pregunta la Corona, el indicador 'ninguna confianza' (0) llega al 21,7% de los españoles. Un rechazo histórico a España.
Sin apoyos
El Rey y su familia ni siquiera aprueban entre los catalanes a más veteranos, que son más conservadores. De hecho, un 58,6% de los ciudadanos mayores de 65 años lo suspenden (un 45,9% le otorgan un 0). La puntuación de confianza en esta franja de edad ni siquiera llega a un 3: se queda en un 2,82 de media. Por el contrario, la franja de 25 a 34 años es la más beligerante con el Monarca.
La monarquía es, gracias a este bajo apoyo, la institución menos valorada a Catalunya. Y después de la intervención policial y la represión de las instituciones, la Corona no consigue superar otras instituciones rechazadas por el sector soberanista como el gobierno español (2,03), el Tribunal Constitucional (2,76) o la Policía Nacional y la Guardia Civil (3,40).