El president, Pere Aragonès, se ha presentado esta mañana en el Congreso de los diputados para reunirse con representantes de los partidos que se han visto afectados por el espionaje a través del programa Pegasus. Ha llegado poco después de las diez y media de la mañana a pie hasta el acceso principal del Congreso, donde lo esperaba el diputado republicano Gabriel Rufián. El president anunció ayer que viajaría a Madrid para reunirse con los grupos y reclamó un encuentro cara a cara con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para hablar de este tema. No obstante, mientras Aragonès viajaba a Madrid, se ha confirmado que Sánchez, estaba en Kyiv para reunirse con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.

La llegada de Aragonès a la entrada del Congreso ha sido acompañada por gritos de golpista proveniente de un grupo de curiosos y algunos manifestantes que esperaban ante del edificio. "Golpista. Golpistas en la prisión", se ha oído. Una vez dentro del edificio, se ha dirigido directamente al encuentro con los grupos parlamentarios que se han visto a afectados por el espionaje de Pegasus. A la reunión, además de los diputados de ERC Gabriel Rufián y Montse Bassa, había representantes de Junts (Míriam Nogueras), PDeCAT (Germà Bel), CUP (Mireia Vehí y Albert Botran) y EH Bildu (Mertxe Aizpurua e Iñaki Ruiz de Pinedo).

 

Al acabar el encuentro, el president se ha reunido con el presidente y el portavoz del grupo de Podemos, Jaume Asens y Pablo Echenique. El president tiene previsto valorar los encuentros en declaraciones en la puerta del Congreso antes de marcharse.

Aragonès ha insistido en las últimas horas que ve insuficientes y contraproducentes las explicaciones que desde el Gobierno se han dado sobre las operaciones de espionaje contra el independentismo catalán con el sistema Pegasus, al cual solo tienen acceso los gobiernos.

Mientras Aragonès estaba reunido con los grupos, el portavoz de Cs en el Congreso, Edmundo Bal, ironizaba al ser preguntado en la sala de prensa del Congreso por la visita del president a la Cámara, que Aragonès "tiene libertad para viajar por la nación de la cual es nacional". En cualquier caso, ha expresado la confianza que el político republicano no tendría la sinvergüenza de venir a Madrid a "dar lecciones de cómo se respeta la privacidad de los ciudadanos con lo que la Generalitat de Catalunya ha hecho en el pasado para tratar de imponer su ideología totalitaria y de pensamiento único".