Los habitantes de Coripe (Sevilla) han celebrado la fiesta anual de la Quema de Judas, consistente en tirotear simulando un fusilamiento y quemar después un muñeco que representa a un personaje conocido que durante este año ha destacado por haber realizado alguna mala acción.
Este año, la catalanofobia y el odio extremo han invadido las calles de Coripe y han convertido al president en el exilio Carles Puigdemont en el protagonista de la fiesta.
ATENCIÓ: El moment de l' "execució" del molt honorable president Puigdemont a Coripe (Andalusia). pic.twitter.com/1B2ckFlL14
— Miquel Strubell fill 🎗 (@miquelstrubell) 21 d’abril de 2019
ATENCIÓ: Així han "assassinat" el molt honorable president Puigdemont al poble de Coripe. La policia local carregava la munició en un cotxe amb el logotip de la Junta d'Andalusia. Perdoneu, però això és gravíssim. pic.twitter.com/ZgOHPaeALq
— Miquel Strubell fill 🎗 (@miquelstrubell) 21 d’abril de 2019
@Santi_ABASCAL @ivanedlm respetando las tradiciones de mi pueblo, CORIPE. pic.twitter.com/Gw4876PDmh
— Antonio T. Romero Pérez (@antromper) 21 de abril de 2019
Este año también tendremos polémica #QuemaDelJudas19 #Coripe pic.twitter.com/oo6khKjCpK
— Ángel López Hernanz (@angelopezh) 21 de abril de 2019
La tradición del judas en Coripe ( Sevilla ).... este año Puigdemont pic.twitter.com/hBZfjC9q2L
— Martbe (@martbetrix) 21 de abril de 2019
Un muñeco de tamaño real del president, ataviado con una estelada y un lazo amarillo muy grande en la solapa de la americana, ha recorrido las calles de la localidad hasta llegar a la plaza del pueblo. Allí, el Judas del año (Puigdemont) se ha colgado por el cuello de una higuera, se ha tiroteado y quemado del todo.
Entre los Judas de otras ediciones hay Eva Sannum, Iñaki Urdangarin, el asesino de Marta del Castillo o bien Ana Julia Quezada, la asesina confesa del niño Gabriel.
Quien escoge el personaje que será linchado es el AMPA de la escuela, los padres de los niños y niñas de Coripe. Esta celebración está declarada de Interés Turístico Nacional.
Las prácticas hostiles en Semana Santa, prácticamente eliminadas en Europa, tienen un trasfondo antisemita, de cuando el cristianismo culpaba a los judíos de la muerte de Cristo. De aquí aparecieron prácticas como la de "matar judíos", que consistía en hacer ruido con carracas, actualmente suprimidas.