Un nuevo caso de catalanofobia en el País Valencià. Un vecino de Benetússer ha sido denunciado por el médico que lo atendió en urgencias del Centro de Salud de Alfafar el 14 de junio por dirigirse a él en catalán. Según explica Francesc Xavier Tébar a Àpunt Mèdia, acudió al médico para tratarse de un resfriado y el sanitario le dijo "de manera imperativa", que hablara en castellano, o que abandonara la consulta, decisión que finalmente tomó. Tébar indica que no pedía al médico que le hablara en valenciano, sino, simplemente, de que lo dejara expresarse en su lengua. Ante la negativa del médico a mantener la conversación, uno en castellano y el otro en valenciano, el paciente se dirigió a la recepcionista del centro médico para pedir la hoja de reclamaciones, que tampoco le facilitaron hasta unos días más tarde. Pero no se quedó aquí, Tébar también llamó al 112 y a la Policía Local del municipio, que se acabó personando en el centro. Finalmente, otro médico atendió a Francesc Xavier.
Multa de 601 euros en 3.000
Una vez documentado este hecho, la Conselleria de Sanidad Universal se pusieron en contacto por escrito con el vecino lamentando la situación y reconocen sus derechos. Cuatro meses después de este episodio, este profesor de instituto ha sido notificado por la delegación del gobierno en la Comunidad Valenciana, que ha sido sancionado con un mínimo de 601 euros, que pueden llegar hasta los 3.000, por "alterar el normal funcionamiento del centro de salud" y "alterar y molestar la recepcionista". El médico que se negó a atender al paciente en valenciano lo denunció y está detrás de esta sanción y la aplicación del artículo 36 de la ley orgánica 4/2015 de protección de la seguridad ciudadana, también conocida como ley mordaza.
Tébar relata en el medio valenciano, que desde la Plataforma per la Llengua, con quien se ha puesto en contacto, aseguran que es la primera vez que se les ha notificado un caso como este. "Se trata de un hecho insólito, de una aplicación de la ley mordaza por razones lingüísticas, completamente fuera de lugar. Eso no es una cuestión de orden pública", han afirmado. Además, están estudiando las posibles vías para responder a la denuncia.
Reducir la multa a cambio de renunciar a alegar
Según lo que ha explicado el damnificado, desde la Administración le ofrecen la posibilidad de reducir a la mitad la multa, si la paga de forma voluntaria, pero a cambio de eso, también tiene que renunciar a hacer alegaciones. Lo que más lamenta Tébar es que en ningún momento ningún personal del centro le notificó de esta denuncia, de la cual no ha tenido constancia hasta que ha llegado la sanción a su casa. El sancionado ha relatado que este viernes llamó al consistorio, no fue atendido, y más tarde le devolvieron la llamada, que él tampoco pudo atender. Ahora tiene que esperar a poder volver a llamar este lunes y recibir explicaciones del jefe de la policía municipal.