Stratfor, una empresa privada norteamericana especializada en servicios de inteligencia y espionaje, sitúa el proceso independentista catalán como uno de los diez asuntos geopolíticos de 2017 en su resumen anual. Mal llamada "la CIA en la sombra", Stratfor se dedica al asesoramiento a otras empresas privadas y organismos gubernamentales de todo el mundo. De los resultados del 21-D concluye que "la tensión entre España y Catalunya no terminarà pronto".
El conflicto catalán es el número siete de una lista de diez, entre los que figuran las dificultades del presidente de EE.UU., Donald Trump, para aplicar su programa político (el primero); la escalada armamentista nuclear de Corea del Norte (segundo) o el avance de los populismos en los principales estados de América Latina (tercero).
El independentismo catalán se trata junto al de Kurdistán. Ambos países, explica Stratfor, celebraron referéndums de independencia y ambos "salieron por la culata", Los líderes independentistas de Catalunya "se enfrentan a batallas legales y a la difícil tarea de ganar apoyo internacional a su causa. A los separatistas catalanes les fue bastante bien en las últimas elecciones, cosa que sugiere que las fricciones entre Catalunya y España no acabarán en breve", dice la agencia.
Adiós al unilateralismo
"Si los independentistas logran formar gobierno, estarán menos inclinados a hacer movimientos unilaterales de secesión que en la legislatura anterior", añade en un informe aparte.
Stratfor detalla tres argumentos para razonar su análisis. En primer lugar, el intento fallido de independencia de octubre "mostró que los secesionistas no tenían recursos institucionales ni políticos para construir un país independiente". En segundo lugar, "gran parte del establishment económico se opone a la independencia", conclusión que deduce del traslado de sedes sociales de empresas fuera de Catalunya. En tercer lugar, "la Unión Europea ha mostrado poca simpatía por la causa catalana, a pesar de las promesas del campo independentista".
Los analistas de Stratfor pronostican que, en la actual situación, en la que los secesionistas ocupan la mayoría del Parlament, pero con menos del 50% del voto, "no hay duda ed que estarán menos dispuestos a enfrentarse a Madrid" y "aunque no dejarán de querer la independencia, probablemente se abstengan de cualquier movimiento que ocasiones más detenciones de cargos políticos o una mayor intervención de Madrid, al menos inicialmente".
Reforma constitucional improbable
Tampoco es muy optimista en al caso que los partidos independentistas obtuvieran más del 50% del voto. "Probablemente su primera estrategia sería sentarse con Madrid en la mesa de negociaciones. Pero el gobierno español probablemente se niegue a autorizar cualquier referéndum vinculante, abriendo la puerta a futuros conflictos".
Los partidos unionistas no lo pasarán mejor, según el informe de Stratfor, porque "tienen poco en común".
Aunque "varios políticos y analistas" han sugerido una reforma progresiva de la constitución española, "Rajoy, que lidera un gobierno minoritario, ha expresado su escepticismo. La oposición [a Rajoy], por su parte, tiene ideas contradictorias sobre qué reformas introducir. Por eso, el clima político actual hace poco probable la reforma constitucional", concluye.