Junts per Catalunya se estrena en las elecciones generales 2023 como partido político registrado, y lo hace con una nueva cabeza de lista, Míriam Nogueras. La que ha sido portavoz de los juntaires en el Congreso en los últimos dos años a consecuencia de la marcha de Laura Borràs asume el reto —en un clima que amenaza la movilización del electorado independentista, con una parte de estos votantes inclinándose por la abstención— de intentar situar a su formación como el principal partido independentista en la cámara baja española. Ocho meses después de salir del Govern, el partido ha conseguido superar a Esquerra Republicana en las municipales y procurará arrastrar la tendencia a estos comicios del 23 de julio para muscular, de nuevo, un espacio que hace casi 12 años —y en plena mayoría absoluta del Partido Popular— era la fuerza mayoritaria del catalanismo en el Congreso con 16 escaños y bajo el paraguas de Convergència i Unió (CiU).
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Catalunya tiene 48 diputados en el Congreso. De esta manera, CiU aglutinaba un tercio de los representantes catalanes en la cámara legislativa española, espacio que se ha visto reducido hasta el 8,3% en la actualidad —aunque en las últimas elecciones del 10 de noviembre de 2019 Junts consiguió ocho escaños, el grupo se partió por la mitad: cuatro del PDeCAT y los otros cuatro, de los juntaires—. Después de las elecciones del 2011, el espacio fue dividido a la siguiente convocatoria electoral del 2015 fruto de la ruptura de la federación que formaban Convergència i Unió. Ambos partidos concurrieron por separado y Esquerra Republicana hizo el sorpaso a los convergentes cuando hacía tres meses de las elecciones catalanas, convocatoria en que Convergència y ERC hicieron una lista conjunta con el nombre de Junts pel Sí. Eso hizo que el espacio cayera del 29,35% conseguido en el 2011 al 15,08%, que se tradujo en ocho actas y la caída hasta la cuarta posición, por detrás de los comunes, ERC y el PSC. Las pérdidas más significativas se producían en Barcelona y Tarragona, cayendo a la mitad de los sufragios reunidos el año 2011. Con todo, en aquellos comicios —donde CDC formalizó una coalición con Demòcrates y Reagrupament que se presentó con el nombre de Democràcia i Llibertat, liderada por Francesc Homs—, el espacio mantuvo el liderazgo en las demarcaciones de Girona y Lleida.
Siete meses después, el partido hacía frente a una repetición electoral después de que ni Mariano Rajoy (que había ganado en diciembre de 2015) ni Pedro Sánchez (que llegó a un acuerdo de gobierno con Cs y buscó la complicidad de Unidas Podemos para llegar a la Moncloa) consiguieran ser investidos. La participación bajó y la nueva convocatoria benefició, especialmente, a Rajoy, que creció de los 123 a los 137 diputados. En el caso de Convergència —que se presentó con sus siglas, de nuevo con Homs como hombre fuerte y que fueron sus últimos comicios como partido—, la nueva contienda los hizo caer por debajo del medio millón de votos (483.488) y se quedaron en un bajo 13,9% de los sufragios. A pesar de este leve retroceso, la formación consiguió mantener los ocho escaños que tenía en el 2015 y repitió como cuarta fuerza catalana en el Congreso. La diferencia, sin embargo, es que en esta ocasión perdieron la primera plaza en favor de Esquerra Republicana en Girona y Lleida, sin llegar al 25% de las papeletas en ninguna de las dos demarcaciones.
El nombre de Junts se estrena en las elecciones españolas en el 2019
La legislatura del 2016 al 2019 fue muy convulsa. Tras el referéndum del 1 de octubre de 2017, el Gobierno aplicó el artículo 155 en Catalunya y disolvió el Parlament. El presidente de entonces, Mariano Rajoy, convocó los comicios catalanes para diciembre de 2017, dejando un margen escaso para los partidos independentistas e intentando cogerlos a contrapié en un momento donde parte del Govern se tuvo que marchar al exilio y, la otra parte, fue encarcelada. Ya con el PDeCAT formado, el espacio optó por formar una coalición con Puigdemont como figura de referencia y candidato a las elecciones catalanas y con la incorporación de figuras independientes. El objetivo era formar una candidatura más transversal. Este espíritu se reprodujo en las posteriores contiendas que vinieron: las generales, las municipales y las europeas.
El 2018 estuvo marcado por la moción de censura que ungió a Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, un ejecutivo que duró poco tiempo porque no consiguió sumar los votos de Esquerra para aprobar los presupuestos de 2019, hecho que condujo al socialista a tomar la decisión de adelantar las elecciones. En aquellos comicios estatales del 28 de abril de 2019, el espacio heredero de CDC se presentó por primera vez bajo la marca de Junts per Catalunya y con Jordi Sànchez como cabeza de cartel, pero el resultado no fue bueno: a pesar de seguir como cuarto grupo, en porcentaje de votos se quedaron solo con el 12,1% de los sufragios, hecho que implicó que perdieran un escaño y solo dispusieran de siete actas. En aquella jornada, la participación fue histórica, llegando casi al 78%. El octavo asiento del Congreso lo perdieron en la demarcación de Barcelona, donde Junts fue quinto con un 10,2% de las papeletas. Además, ERC dobló a los juntaires, llegando a un resultado histórico para los republicanos de 15 diputados.
Nuevamente, el bloqueo se apoderó en la cámara baja española y la imposibilidad de un acuerdo entre el PSOE y Unidas Podemos comportó una repetición electoral prácticamente siete meses después. El 10 de noviembre de 2019, la marca Junts se reeditó, en esta ocasión, con el liderazgo de Laura Borràs dada la condena a los presos políticos, que imposibilitó que Sànchez repitiera como número uno. A pesar de caer la participación hasta el 72%, los juntaires se recuperaron levemente y pudieron volver a tener ocho diputados y subir al 13,7% de los votos.
En el 2020, Junts per Catalunya se constituye como partido político y se produce la ruptura con el PDeCAT, que decide no unirse (a pesar de que varios miembros que formaban parte de la dirección sí que lo hacen). Esta ruptura se traslada al Congreso, donde los dos partidos se dividen dentro del grupo parlamentario Plural: los cuatro diputados de Junts y los cuatro del PDeCAT, desde entonces, van por lados diferentes. Tres años después, será la primera ocasión que Junts per Catalunya se presenta como partido político a unas generales y lo hace con Míriam Nogueras como cabeza de lista. La formación aspira a tener una competición más ajustada con Esquerra Republicana e intentará llegar, de nuevo, a un 15% —no pasa desde diciembre de 2015— para reunir más requisitos para formar un grupo parlamentario propio en el Congreso —que tampoco pasa desde el 2016—.