La presidenta de la Junta de Andalucía Susana Díaz el exsecretario general del PSOE Pedro Sánchez y el exlehendakari Patxi López se disputarán este domingo la secretaría general del partido. Lejos de mostrar cohesión, las primarias han evidenciado todavía más la polarización de los socialistas, y la candidatura de López, con la unidad por bandera, ha quedado relegada a un segundo plano. En este contexto de enfrentamiento, el PSC juega un papel fundamental, no solo por el número de militantes con derecho a voto, los 13.899 al corriente de pago de la cuota, sino también por haber protagonizado uno de los momentos más convulsos del socialismo en los últimos años.

La decisión de los socialistas catalanes de votar en contra de investir a Mariano Rajoy como presidente del Gobierno español, rompiendo así la disciplina de voto, creó una gran grieta con el PSOE. Después de meses de negociación, y con la posibilidad de dejar a los militantes del PSC sin voto a las primarias, ambas fuerzas políticas cerraron un acuerdo para intentar reconducir la situación.

Después de la disputa entre "partidos hermanos", la dirección del PSC decidió mantenerse neutral, aunque los militantes están claramente posicionados a favor de Sánchez. Así lo demostró la recogida de avales en Catalunya. Mientras el exsecretario general recogió 6.058, Susana Díaz reunió 974. Seis a uno.

No en balde, el PSC se mantuvo fiel a Sánchez hasta que fue defenestrado por la vieja guardia socialista y una gestora asumió el control del partido. Así lo demostró en numerosas ocasiones el primer secretario de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, que confió en Sánchez para formar un gobierno alternativo al de Mariano Rajoy.

El apoyo de Catalunya a Sánchez

Fuentes de la candidatura de Patxi López consideran que el amplio apoyo a Sánchez en Catalunya tiene que ver con "la escenificación del voto contrario a Rajoy". En aquel momento, el PSC se vio reflejado en la propuesta de Sánchez, firme defensor del "no es no", y mantuvo inalterable su posición respecto de la investidura del líder del PP.

El apoyo a Sánchez se puede entender también a raíz del comité federal celebrado el 1 de octubre, una jornada dramática para los socialistas, que finalizó con la dimisión de Pedro Sánchez como secretario general. Según aseguró en aquel momento, se sentía desautorizado por una parte del partido que apostaba o bien por un gobierno alternativo o por un paso al lado.

"El comité federal se hizo entender como la defensa del secretario general, defendido por las bases, ante los cuadros políticos", aseguran desde la candidatura de Susana Díaz, que atribuyen la actual división del partido al papel jugado por Sánchez.

España, "nación de naciones"

Para los partidarios de Sánchez, el contexto político se suma a un "acierto" del exsecretario general, que pasa por reconocer Catalunya como nación. Así lo aseguró durante el mitin multitudinario que celebró en Barcelona el pasado 22 de abril, en el que afirmó que Catalunya era una nación y España, una "nación de naciones". Después ha precisado que la soberanía reside en la nación española, compuesta de "naciones culturales" como Catalunya.

"Sánchez ha demostrado que puede ser el mejor aliado para Catalunya", asegura al alcalde de Viladecans, Carles Ruiz. Según los afines al exsecretario general, en el marco de la reforma federal que defiende al PSOE, el hecho de que Sánchez reconozca la "plurinacionalidad de España y la singularidad de Catalunya" supondría una solución real para el encaje de Catalunya a España.

Además, la defensa de Catalunya como nación y España como "nación de naciones" establece distancias con las propuestas del resto de candidatos, singularmente con la presidenta de la Junta de Andalucía. Díaz, anclada en un discurso mucho más centralista, apuesta por el federalismo y la reforma constitucional que se apunta en la declaración de Granada, sin diferenciar a Catalunya. Por su parte, el exlehendakari López también define Catalunya como una "nación cultural".

Una campaña polémica

Dejando a un lado los enfrentamientos políticos entre los candidatos, la campaña ha sido también escenario de una gran polémica, provocada por el expresidente del Gobierno español José Luís Rodríguez Zapatero al asegurar que en Catalunya había "prejuicios" contra Susana Díaz por el hecho de ser mujer y andaluza.

Las palabras del expresidente, pronunciadas en Catalunya, donde vino como "embajador" de la candidatura de Díaz, fueron objeto de muchas críticas. Miembros de diferentes partidos políticos se apresuraron a recordarle que Catalunya ha tenido un president de la Generalitat nacido en Andalucía, el también socialista José Montilla, y que la jefa de la oposición en el Parlament, Inés Arrimadas, es nacida en Jerez de la Frontera (Cádiz).

Durante la campaña de los socialistas también se hizo viral un vídeo de Susana Díaz en el que aseguraba que los catalanes se beneficiaban de los ahorros de los andaluces. Este discurso, pronunciado durante la campaña del PSOE para los comicios del 26-J, se recuperó para evidenciar el anticatalanismo que Díaz promueve con el fin de conseguir votos en el resto del Estado.

 

De Madina a Sánchez

Las primarias de los socialistas de este año también evidencian un gran cambio en la política interna del partido en relación con las que se celebraron en el 2014. En aquella ocasión, se disputaban la secretaría general Pedro Sánchez, Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias.

En aquel momento, lejos de la situación actual, Pedro Sánchez, avalado por Susana Díaz, se convirtió en secretario general. Catalunya, no tan relevante entonces al no haber sido protagonista de unos hechos previos, dio una mayoría de apoyos a Eduardo Madina, actualmente miembro de la candidatura de Díaz.

El papel de Catalunya

Con todo, el PSOE tiene puesto un ojo en Catalunya este fin de semana. Después de Andalucía y el País Valencià, Catalunya es el territorio con más militantes socialistas con derecho al voto, 13.899, y podría hacer inclinar la balanza de las primarias a favor de Sánchez. Según fuentes de la dirección, cuando el PSOE ha ganado es porque ha tenido el apoyo del PSC y, por lo tanto, "lo que piensan los socialistas catalanes tiene mucha relevancia para el PSOE".
 
Después de una precampaña intensa, los avales a Díaz y Sánchez demostraron la escasa distancia que los separa. Así, mientras la presidenta de la Junta de Andalucía reunió 63.610 avales, el exsecretario general consiguió 57.369. En cualquier caso, la recogida de avales también demostró que, si Andalucía es feudo de Díaz, Catalunya es territorio de Sánchez.