Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) ha presentado el concurso de acreedores y a partir de ahora será un administrador concursal tomará ahora el control de la formación, que tiene 4,3 millones de euros en patrimonio comprometido, además de las sedes embargadas por el Caso Palau. Convergència, fundada en 1974 por Jordi Pujol, ha presentado el concurso de acreedores este jueves al juzgado mercantil número 9 de Barcelona, que ya ha reanudado los trámites judiciales. Fuentes de CDC explican que lo tenía que presentar el 30 de marzo, pero que la pandemia del coronavirus impidió ejecutar la operación.
CDC entró en el escenario del preconcurso a finales del 2019, con dos meses -y un mes más de prórroga- para buscar un acuerdo con los acreedores. Pero el estado de alarma ha detenido la actividad judicial hasta hoy. Así, el administrador concursal se hará cargo a partir de ahora de las cuentas de CDC para iniciar la liquidación. De esta manera, Convergència perderá ahora su propio control jurídico.
La deuda de Convergència se reparte con CaixaBank (2'1 MEUR), el Banco Sabadell (1,5), y el Santander (entre 600.000 y 800.000 euros) por créditos electorales. El nuevo administrador tendrá que valorar si da luz verde a estas cifras y comprobar los pasivos y activos. El embargo de la sentencia del Caso Palau es de 6'6 millones de euros, de manera que el valor que den los jueces en las sedes del partido servirá para concretar la ejecución de CDC -que lo cifraba en 3'6 millones.
Si la justicia considera que no hay bastante dinero por el decomiso de los 6'6 millones, las partes personadas en el caso Palau podrían reclamar que el PDeCAT o JxCat asumieran el coste, como formaciones "sucesoras" de Convergència.
CDC se extinguió como partido político en el 2016, después de casi 30 años de gobernar a la Generalitat, para dar paso al Partido Demócrata (PDeCAT).