La noche de los convergentes en las Drassanes amenazaba convertirse en un auténtico naufragio. La última cita electoral, dado que CDC tiene programada la autodestrucción del partido para el 8 de julio, ha empezado con un susto. Unas encuestas que le otorgaban 5 escaños. Con este panorama, los 8 diputados con qué ha cerrado la noche, a pesar de haber bajado en todas las circunscripciones, y a pesar de no tener el grupo parlamentario garantizado, se ha vivido como un buen balance.
"No es el resultado que habríamos querido tener pero nos da un regusto claramente positivo", ha admitido el candidato Francesc Homs, al comparecer pasadas las 11 de la noche cuando los datos parecían ya confirmados.
Antes de insistir como ha hecho a lo largo de la campaña que a partir de ahora dedicará los escaños obtenidos a echar al PP del Gobierno, Homs ha subrayado que el resultado demuestra una gran "capacidad resiliente" de CDC que a partir de ahora se pondrá "al servicio" de la nueva fuerza política que se impulsará.
También el president, Carles Puigdemont, ha subrayado que Convergència remontaba "a contrapelo" y ha diagnosticado que si el 20-D representó la "defunción de la tercera vía", el 26-J ha demostrado que "el referéndum no disfruta de buena salud".
Al servicio del president
El tercero a intervenir, el president del partido, Artur Mas, ha remachado en la dificultad con que CDC ha tenido que hacer frente a estas elecciones. Ha reprochado a ERC que si no ha ganado el soberanismo es porque los republicanos no han querido compartir la candidatura y ha puesto los resultados al "servicio" del president y del Govern. "Al servicio de un president que se lo está jugando mucho y tendrá que asumir el liderazgo personal en este procés", ha subrayado.
El líder del partido ha emfatizado también la compleja situación con que CDC ha hecho frente a estos comicios, lo cual, según su opinión, ha demostrado que Convergència tiene "base y resistencia muy grande". "Somos necesarios y útiles y si lo hacemos bien lo seremos más", ha subrayado.
Noche de susto
No ha sido una noche fácil en las Drassanes. La cara del director de campaña, Jordi Cuminal, cuando ha salido diez minutos después de cerrar los colegios electorales, y con unas encuestas que les daban 5 escaños, a explicar que la noche sería "larga" hacía pensar más bien en una versión electoral de Juego de Tronos convergente, con una noche oscura y con horrores. Pero tan pronto como se han abierto las urnas, en CDC han empezado a respirar con los marcadores que indicaban una repetición de los 8 diputados.
Los cinco escaños que les otorgaban las encuestas a pie de urna apuntaban a una caída de tres escaños en Barcelona; la pérdida del grupo parlamentario y, en definitiva, el peor resultado obtenido nunca por Convergència. Aunque esta vez es la primera que CDC se presenta en solitario a las elecciones generales. La primera y la última vez.
Bajada general
No obstante, a pesar de mantener el número absoluto de escaños, los convergentes han empeorado resultado en todo el territorio en relación al 20 de diciembre y su pulso particular con Esquerra ha perdido posiciones en muchos municipios.
En la circunscripción de Barcelona ha caído un punto y medio en relación a diciembre, han quedado en la quinta posición y el PP le ha pasado por delante, aunque ha conservado los tres escaños. Lo mismo ha pasado en Tarragona, quintos tras el PP, a pesar de repetir el diputado que tenían.
Han bajado en Girona. Aunque el factor Carles Puigdemont ha sido uno de los principales activos en los que se ha centrado la campaña de Francesc Homs, los convergentes han cedido el primer lugar que habían conseguido hace medio año, que ahora ha pasado a manos de Esquerra.
También ha perdido el liderazgo en Lleida en manos de los republicanos, a pesar de concentrar una gran parte de su esfuerzo en esta circunscripción para conseguir arrebatarle al PSC el segundo escaño que el 20-D cayó finalmente en manos de los socialistas por poco más de un millar de votos.
En las Drassanes de Barcelona, esta noche, Convergència ha quedado enterrada definitivamente. La caída de resultados ha dejado claro, según aseguraban dirigentes consultados, que la fundación del nuevo espacio que hasta ahora había ocupado estas siglas tiene que ser contundente y sin ambages.