Vic vuelve a despertar sin bandera española en el Ayuntamiento. Un grupo de cuatro personas encapuchadas ha participado en la crema de la rojigualda que cuelga del consistorio de Vic (Osona). Tal como se ve en el vídeo colgado a las redes sociales de los CDR de la ciudad, en el cual han reivindicado la acción, uno de los encapuchados se ha subido al balcón del edificio, donde también ondean la bandera y la de Vic, y ha arrancado a la española de su asta. Después, la ha dejado caer por la barandilla y la ha recogido al vuelo una de las tres otras personas que lo esperaban. Las imágenes se cortan y vemos cómo los activistas encienden la bandera que supuestamente acaban de arrancar y le prenden fuego sobre una señal de stop en la calle. No es de la primera vez que los CDR de la capital de Osona hacen acciones similares. De hecho, este 4 de diciembre hace justo un año que quemaron la rojigualda de la misma manera.
Los CDR de Vic queman la bandera española del Ayuntamiento
Los activistas independentistas han reivindicado la crema de la bandera con un mensaje en Twitter, donde también han compartido las imágenes de cómo lo hicieron y dos fotografías que muestran el antes y después del balcón. En el texto que acompaña las imágenes, los CDR aseguran que la represión "no nos parará". Según ellos mismos, han querido sacar "símbolos fascistas" de la ciudad antes del inicio del tradicional Mercado Medieval de Vic. "Vic canta: ¡fuera, estaría, fuera, la bandera española [...] Independencia, ahora"!, han remachado en el tuit.
La justicia protege la bandera española
Hace tiempo que el gobierno municipal de Vic luchaba en los tribunales contra la obligación de colgar la bandera española del edificio. El año pasado, el juzgado contencioso-administrativo 14 de Barcelona obligó el Ayuntamiento a colocar la bandera española en el balcón oficial, al considerar que la que hasta ahora era su ubicación, en la torre del reloj, no era un emplazamiento "destacado" y "de honor". Por otra parte, el Tribunal Supremo condenó a tres personas la primavera de este año a multas de entre 1.920 y 2.160 euros por rasgar una bandera de España a una plaza de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en un acto de Sociedad Civil Catalana. El tribunal consideró que los acusados de ultraje a la bandera "no estaban amparados por la libertad de expresión, ya que fue un acto de intolerancia violenta contra los que habían llevado al acto la bandera."