Albert Rivera ha celebrado este jueves públicamente que su candidatura por Barcelona, la que encabeza Manuel Valls, haya fichado al exsocialista Celestino Corbacho. "Es un honor sumarle a nuestro gran proyecto de futuro", ha dicho, y ha puesto en valor que "haya rechazado pactar con separatistas y haya defendido la Constitiució en Catalunya". Eso dice ahora el líder de Cs, pero vale la pena recordar qué opinaba no hace tanto, cuando le decía de todo menos guapo.
Desde mediados de los 90 y durante la primera década del 2000, Celestino Corbacho fue empalmando cargos: de alcalde de l'Hospitalet a presidente de la Diputación y ministro de Trabajo e Inmigración. Fue como titular de esta cartera que Ciutadans lanzó su veneno contra él. "En cualquier empresa despedirían a Corbacho con los resultados que acredita", tuiteaba Rivera en septiembre de 2010.
Los reproches de Rivera y los suyos venían motivados por el anuncio de que Corbacho dejaba el ministerio de Trabajo para ir a las listas del PSC para las elecciones al Parlament de noviembre de 2010 -aquellas en que empezó la debacle socialista. Precisamente iba también de número 3, aquella vez de la lista de Montilla. En aquel momento el presidente de Ciutadans alertaba del peligro de que Corbacho se convirtiera "si el PSC suma" en "conseller del tercer tripartito junto a Puigcercós y los que quieren separarnos de España". Pero no se quedó ahí, en unas declaraciones que el partido recogería después en una nota de prensa, le acusó de ser el "ministro del paro, que ha batido el récord de parados en la historia de España" y se mostraba convencido de que "Corbacho seguirá la misma estela que Montilla y aplicará las mismas políticas nacionalistas".
Pero es que todavía había más. El partido naranja llegó a pedir a Zapatero que lo cesara como ministro porque, en boca de Jordi Cañas, "Espanya, donde hay cinco millones de parados, no puede tener un ministro interino, un ministro que no ejerce como tal porque está de precampaña en Catalunya" y añadía que "los ciudadanos están pagando el sueldo a un ministro que no trabaja".
Pues aquel "incompetente", ahora resulta que los representa. Las vueltas que da la vida...