“Quédate que las noches sin ti duelen. Tengo en la mente las pose’ y todos los gemido’, que ya no quiero nada que no sea contigo”. Quevedo y Bizarrap hicieron fortuna el verano de 2022 con su famosa sesión 52. El “quédate”, alargando la e y cantado a pleno pulmón, se convirtió en un himno en todas las discotecas. Y ahora, dos años más tarde y en un contexto muy alejado de una fiesta nocturna, el PSOE ha abanderado la misma melodía para pedir, casi suplicando, a Pedro Sánchez que continúe en la Moncloa. El presidente español puso patas arriba la política española el miércoles con una carta dirigida a la ciudadanía en la que anunciaba que el lunes haría público si dimite. A 48 horas de conocer su decisión, el PSOE ha hecho una demostración de músculo social y de solidaridad hacia su líder con una concentración que ha congregado a 20.000 personas según el partido y 12.500 según la Policía Nacional. Gente venida de todo el Estado a las puertas del Comité Federal, que se ha convertido en una exhortación para empujar a Pedro Sánchez y Begoña Gómez a continuar en la Moncloa. La canción de Quevedo y Bizzarrap ha sido protagonista de la clausura de la concentración, sonando por los altavoces instalados para la ocasión y seguida por la gente. Además, antes de empezar, desde el PSOE repartían adhesivos de ánimo a Sánchez (con la fras “Claro que vale la pena”) y un pin con un mismo lema: “¡Quééédate!”.
Desde antes de las nueve de la mañana, ya había gente en la acera de delante de la sede del PSOE esperando la llegada de los dirigentes socialistas, que eran recibidos con aplausos. Un poco antes de las diez, se ha cortado el tráfico. La lluvia ha hecho acto de presencia y los paraguas se han apoderado de la calle, pero después de un pequeño chubasco, justo cuando ha arrancado el Comité Federal, las banderas han sustituido los paraguas. De fondo, la número dos de la Moncloa y del PSOE, María Jesús Montero, intervenía para pedir a Sánchez que no dimita, mientras en la calle la gente congregada, que seguía el discurso a través de dos pantallas planas instaladas en la acera, repetía las consignas en apoyo al presidente español y primer secretario del PSOE: “Pedro, quédate”, “Pedro, no estás solo”, “Pedro, escucha, tu gente está en la lucha", "Tú sí que vales”, “No pasarán” y “Fascismo no, España sí”. También gritos de “¡Pedro! ¡Pedro!” al estilo de los futbolistas. Se han visto muchas banderas del PSOE, alguna republicana, banderas LGTBI y banderas de España. Aparte de Quevedo y Bizarrap, la banda sonora de la mañana la han completado, entre otros, el remix de “Pedro”, de Raffaella Carrà, Jaxomy y Agatino Romero, que se ha viralizado por el vídeo de un mapache, “Perra”, de Rigoberta Bandini, y “Resistiré”, del Dúo Dinámico. Tres canciones, claro, con toda la intención.
La esquina de Ferraz con Marcara de Urquijo, el punto neurálgico de las manifestaciones fascistas contrarias al PSOE que empezaron en noviembre después del acuerdo para la ley de amnistía, se ha convertido en un hormiguero socialista. En este punto, con menos banderas que justo delante de la puerta de la sede, ha habido un grito que ha hecho fortuna: “Fuera, fascistas, de la judicatura”. Dos de las mujeres que lo han instigado han sido Marisa y Charo, que viven en Madrid. Denuncian en conversación con ElNacional.cat que los jueces “son fascistas y admiten a trámite cualquier bulo para desprestigiar a una persona”, en referencia al juez Juan Carlos Peinado, que aceptó la querella de Manos Limpias contra Begoña Gómez. “Están dando un golpe de Estado solapadamente y por culpa de mucha prensa que está a favor suyo, ¿donde iremos a parar?”, proclaman. “No puede ser que los jueces todavía estén controlados por el PP, hacen falta jueces que sean neutrales, no pueden ser partidarios de unos partidos”, añaden. Más tarde, se han sentido gritos de “Fuera lawfare”. En otro punto de la concentración, había dos pancartas más con el lema “CGPJ vergüenza” y “Jueces corruptores”.
“Lo vimos muy afectado, era sincero”
Dos mujeres que también hacen acto de presencia son Virginia y Estela, que vienen de Cheste, en el País Valencià. Se han levantado a las cuatro de la mañana. Celebran que Sánchez “haya dado un puñetazo encima de la mesa para decir «basta» a la política que lleva a nuevas forma de dictaduras” y lamentan que la derecha “no acepte el gobierno que ha salido de las urnas” y lo quiera derribar con noticias falsas. ¿Confían en que Sánchez continúe en la Moncloa? “El miércoles lo vimos muy afectado, era sincero, no es una estrategia”, contestan. Sobre cuál tiene que ser el futuro del Gobierno si Sánchez dimite, tienen claro que se tendría que investir a otro socialista para alargar la legislatura y evitar ir a elecciones: “Si no, la derecha consigue lo que quiere”. Marisa, vecina de Leganés, confía en que Sánchez “reflexione” porque “el pueblo no merece que ofrezca en bandeja” lo que la derecha está intentando: “Tengo esperanza”. Vicenta es de Zaragoza, se ha levantado a las cinco de la mañana y también pide que Sánchez no dimita: “Venimos para animar, porque si no, volveremos a tiempos antiguos”.
Paz, de Madrid, hace una reflexión que va más allá y protesta por el hecho de que el Congreso de los Diputados se haya convertido en una “lucha de patio de escuela”: “Es horroroso, no se dice nada para el pueblo, estoy harta de la falta de respeto y educación”. Antonio, nacido en Ciudad Real y residente en Alcalá de Henares, considera que, con la decisión de Sánchez, España “se juega mucho”. “No está en cuestión solo ser presidente o no, sino que la derecha viene arrasando como estamos viendo en las comunidades autónomas y están retrocediendo pasos atrás agigantados”, sostiene preguntado por este diario.
Muchas de las personas con las que habla ElNacional.cat repiten una misma palabra: Portugal. Los socialistas quieren evitar un desenlace parecido a la del país vecino, donde quien era primer ministro, António Costa dimitió por un supuesto caso de corrupción. Días más tarde, se supo que la Fiscalía se había confundido de persona y, cuatro meses más tarde, se celebraron unas elecciones que la derecha ganó. La gente del PSOE no quiere que eso se repita.