La energía nuclear supuso el 49,73% de la energía consumida durante el año 2024 en Catalunya, mientras que la renovable fue solo del 16%, según datos de la Red Eléctrica. Unos datos que se tienen que tener en cuenta a la hora de poner sobre la mesa el plan del Gobierno de cerrar las centrales nucleares catalanas ubicadas en Ascó y Vandellòs. El objetivo del ejecutivo estatal es que Ascó I deje de producir en el 2030, Ascó II en el 2032 y Vandellòs II en el 2035, pero son unos datos que ya empiezan a cuestionarse entre los expertos y los alcaldes del país. Sin embargo, Catalunya siempre ha sido un país que ha abanderado la lucha contra la energía nuclear. Un ejemplo son los movimientos sociales que se manifestaban bajo el lema "Nuclear? No gracias" durante los años 70'. Otro es como el Parlament de Catalunya avaló la semana pasada el cierre de las centrales nucleares tal como está marcado por el Gobierno en una moción presentada por los Comuns. Lo hizo con los votos del PSC, ERC, los Comuns y la CUP y con la abstención de Junts per Catalunya. Sin embargo, el Congreso de los Diputados reclamó a la Moncloa que alargue la vida de las centrales nuclaers con las abstenciones de Junts y Esquerra Republicana.
Ante este debate político, hace falta tener en cuenta datos como que el cierre de las centrales de Vandellòs y Ascó podría hacer subir factura de la luz entre 13€ y 30€/MWh, además que tendría un impacto sobre los más de 10.000 puestos de trabajo que generan las centrales en el Camp de Tarragona, según un informe de PWC. El Parlamento Europeo, además, definió la energía nuclear como verde, y las equipara incluso con las renovables a causa del poco dióxido de carbono que emiten. Un ejemplo de país que ha eliminado la energía nuclear es Alemania. Históricamente, los verdes y los socialdemócratas alemanes siempre se han mantenido contrarios a la energía nuclear, en contra del criterio de los democratacristianos. Sin embargo, con la excanciller Angela Merkel, la CDU cambió su posición después del desastre nuclear de Fukushima, en Japón. El último reactor que cerró el país fue en abril del 2023, a pesar del intento de invasión de Rusia a Ucrania que hizo implosionar las históricas relaciones entre Alemania y Rusia por el gas. Arran de estos dos factores, ha habido notorios problemas de suministro en Alemania y ya empieza a haber voces que piden un retorno a la energía nuclear, sobre todo por parte de la nueva CDU de Friedrich Merz.
Con todo, en Catalunya el debate está servido. Por eso, El Nacional.cat ha querido conocer la opinión de los grupos políticos con representación en el Parlament de Catalunya, así como de los alcaldes de Vandellòs y Ascó. PSC, ERC, Comuns y CUP optan por continuar con el planteamiento inicial de cierre de las centrales nucleares, mientras que el Partido Popular catalán, y los dos alcaldes de Vandellòs y Ascó, Assumpció Castellví y Miquel Àngel Ribes optan por prorrogar su estancia (Junts per Catalunya ha declinado hacer valoraciones).
El Govern y el PSC apuestan por seguir con la planificación prevista y acelerar las renovables
Por una parte, fuentes del Govern de la Generalitat apuntan que el ejecutivo de Salvador Illa y el Gobierno mantienen el compromiso de un "cierre ordenado y progresivo", tal como está acordado con las empresas propietarias y establecer en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima. "Este calendario responde a criterios de seguridad, sostenibilidad y transición energética, y no ha habido ninguna solicitud formal para modificarlo", apuntan desde el Govern socialista. El Govern de Illa busca "avanzar hacia un modelo más sostenible y menos dependientes de fuentes que generan residuos altamente contaminantes". "Trabajamos para garantizar una transición energética justa, impulsando energías renovables y asegurando oportunidades económicas y laborales en los territorios afectados", aseguran.
El Govern tiene una línea similar a la del PSC. El diputado y portavoz adjunto del grupo parlamentario Jordi Riba defiende que el cierre de las centrales nucleares "se tiene que hacer con las condiciones y garantías para que el cumplimiento de los objetivos previstos se puedan portar a término". Por eso, defiende que hay que acelerar "muchísimo" el ritmo de instalación de energía renovable, hasta llegar a un Gigavatio de capacidad de producción eólica y fotovoltaica cada año para alcanzar el diferencial que en estos momentos hay. "Nos hemos quedado retrasados. Hay que multiplicarlo por tres o por cuatro" defensa Riba, que cree que es una "buena noticia" que el Govern haya desbloqueado las licencias de instalación de cinco gigavatios de licencia que estaban en trámite. "Hay que alcanzar el gap de 115,9 teravatios por hora de capacidad de producción", asegura Riba, que también cree que se tiene que planificar las infraestructuras para asegurar autonomía y diversificación. "Tenemos ejemplos de otros países de qué errores no se tienen que cometer", dice.
El diputado del PSC también pone sobre la mesa el fondo de transición nuclear, que destina el 50% de los ingresos del impuesto de producción, almacenaje y transporte de la energía nuclear a la diversificación económica próximos en las centrales nucleares con el objetivo de dotarlos de alternativas económicas delante de la posible dependencia a la actividad nuclear. "Este fondo nuclear está en estos momentos en funcionamiento y está generando los programas de inversión", afirma el socialista, que cree que el Estado español ha avanzado mucho desde el 2018 en la energía renovable.

ERC defiende una transición y el PP quiere prorrogar su uso
Asimismo, el diputado de ERC Albert Salvadó también defiende el planteamiento establecido de cierre de las centrales nucleares. "Nos quedan unos cuantos años y tenemos un plazo para seguir incrementando las energías renovables en todo el país", dice el diputado republicano, que sí que cree que la energía verde pueda sustituir la energía nuclear de aquí a 2035. "Con una buena planificación de energía renovable podríamos llegar a sustituirla. Solo podremos cerrar las nucleares cuando tengamos garantizado que no provocará una crisis de suministro eléctrico", asegura. Ante la posible desaparición de puestos de trabajo que generan las centrales nucleares, recuerda los procesos de transición. "La UE destina hasta el 2027 55.000 millones de euros en los procesos de transición nuclear, pero el Estado no ha hecho su trabajo", ha asegurado. Por eso, asegura, la Generalitat "se ha sacado de la manga" los fondos de transición nuclear.
El PP, en cambio, apuesta por prorrogar la vida de las centrales nucleares porque "no tenemos una alternativa clara". La izquierda no quiere ni nucleares ni renovables. Todas las propuestas que se hacen en las renovables tenemos el rechazo del territorio", lamenta la diputada popular Eva García, que cree que es una "imprudencia" que en seis u ocho años se tengan que cerrar. "Incrementaría el precio de la luz y tendríamos que importar el gas natural o la electricidad de Francia. Estaríamos pagando un sobrecoste de la energía de fuera. Es completamente absurdo", asegura García, que cree que "vamos tarde" con este debate. "Son unas 4.000 personas directas y unas 8.000 personas indirectas. ¿Qué hacemos con toda esta gente? El territorio está en contra de que se tome una decisión de estas características", defienden los populares, que han llevado una propuesta de resolución a la comisión de Transición Ecológica.
Los Comuns y la CUP piden no dejar la energía en manos de grandes corporaciones
Los Comuns, en cambio, están totalmente a favor de cumplir con los plazos acordados. Lluís Mijoler cree que hay tiempo hasta el 2035, pero defiende "acabar con la lentitud administrativa" y tener el vector de la energía como una "prioridad" del país. "No podemos olvidar que la transición energética no es una cuestión exclusivamente técnica ni económica, también son sociales y políticas. Las políticas energéticas se tienen que enmarcar en un modelo soberano, democratizado y descentralizado," dice Mijoler, que pide que la energía no quede solo en manos de grandes corporaciones. De hecho, por eso, defiende impulsar todavía más la empresa pública de energía, la Energética, para que tenga un "papel clave y fundamental". Con todo, asegura que "los costes económicos de prorrogar las nucleares son más altas que desplegar las renovables. "La nuclear es una opción ideológica y una fantástica excusa para dejar de hacer los deberes", dice el diputado de los Comuns, que también pide ampliar los fondos de transición nuclear. "Tienen que ser una herramienta real de transformación económica", defiende Mijoler, que pone sobre la mesa programas de formación y recolocación de los trabajadores.
Un discurso similar al de Dani Cornellà. El diputado de la CUP cree también que las centrales se pueden cerrar con los plazos previstos. "Dependemos demasiado de las nucleares y se tiene que señalar el poco trabajo que han hecho los gobiernos de la Generalitat, que tendrían que haber tenido la planificación de las renovables hace tiempo," asegura el cupaire, que pide hacerlo con el consenso del territorio y cumplir con la ley del cambio climático. Con todo, critica al Govern para planificar "macroestructuras" que tienen el consumo energético "muy alto". "Son pensadas para las empresas", asegura. Los cupaires también piden que el 100% del fondo de transición nuclear vaya destinado a los territorios para preparar un relieve económico e industrial. "El retorno del fondo al territorio es pequeño", asegura.
Los alcaldes de Vandellòs y Ascó piden prorrogar el uso de las centrales nucleares
Los alcaldes de Vandellòs y Ascó, Assumpció Castellví y Miquel Àngel Ribes, también piden prorrogar el uso de las centrales nucleares. "Hace mucho tiempo que convivimos y no tenemos rechazo. Lo más importante para nosotros es que no nos da inseguridad" defensa Castellví, que cree que no es "una cuestión contaminante". Además, la alcaldesa también explica que cada año se hacen paradas en las centrales nucleares para renovarlas. "Eso quiere decir que a partir del 20235 está preparado y no implicaría una nueva central nuclear", asegura Castellví, que cree que saldría más caro comprar energía de afuera. "En Alemania han tenido que regenerar energía con carbón. No estamos en contra de las renovables, pero creemos que hasta ahora no da lo que da una nuclear", asegura. Además, pone sobre la mesa que entre sitios de trabajo directos e indirectos la central nuclear de Vendellòs genera hasta 1.600 sitios de trabajo. "Ya sea jardinerías, empresas que hacen comidas preparadas, servicios de limpieza... Cuando se hace la recarga mucho más. Eso la energía renovable no lo genera", explican los dos alcaldes. Miquel Àngel Ribes lo compara como si en el Camp de Tarragona le cerraran las empresas de petroquímica o si en Barcelona cerraran las fábricas de automoción. Es querer cerrar una industria que es vital para el territorio donde vivimos. Supondrá que la economía se vaya al traste, porque no solo son los trabajadores, sino proveedores que dan apoyo, o la misma ferretería del pueblo dan apoyo en la central nuclear", asegura Ribes.
Con todo, también recuerdan la cantidad económica que dota a los ayuntamientos. Para el Ayuntamiento de Vendellòs supone una cuarta parte de su presupuesto. "Facilita que la escuela o la guardería sean más baratas. Destinamos subvenciones y tenemos precios mucho competitivos en el campo del deporte o en la actividad cultural", asegura Castellví. Eso sí, los dos ayuntamientos ya se preparan para el cambio a través del fondo de transición nucleares apostando por la creación de polígonos industriales y generando las bases para que las empresas se suban instalar. "Si se mantiene el calendario nos irá muy justo y no tendremos el suficiente tiempo para hacer la diversificación económica. Estamos apostando mucho por la reindustralización del sector energético, las TIC, transición energética... el retorno está siendo muy positivo", asegura el alcalde de Ascó, que cree que el hidrogen verde tiene que ser "clave".
Los Fondos de Transición Nuclear
Los Fondos de Transición Nuclear del 2024 tendrán un presupuesto de 76 millones de euros, siete menos que en el 2023. De momento, de estos 76 millones, 49 ya están comprometidos. En los 27 restantes habrá que añadir 23 millones de euros más de un primer adelanto del 2025, con lo cual encara el dinero a repartir serán 50 millones de euros. Además, el pasado martes, el Govern aprobó la concesión de 11,08 millones de euros en subvenciones directas en 21 municipios que optaban en los Fondos de Transición Nuclear, cerrando así la distribución de recursos destinados en la convocatoria del ejercicio de 2023. En total, esta anualidad ha supuesto el reparto de 60,47 millones de euros para 75 municipios de las áreas de influencia de las plantas atómicas de Ascó y Vandellòs II.