Las formaciones independentistas (JxCat, ERC y CUP) repetirían su mayoría absoluta si hubiera elecciones en el Parlament de Catalunya. Obtendrían entre 70 y 75 diputados, por encima de los 68 necesarios por la mayoría absoluta. No obstante, Ciudadanos, con Inés Arrimadas, volvería a ser primera fuerza, aunque con los de Puigdemont y Junqueras muy cerca.
Según el barómetro del Centro de Estudios de Opinión (CEO), el impulso del independentismo sería gracias a la subida de la CUP, que pasaría de cuatro escaños a once, el mejor resultado de su historia. Por lo contrario, Junts per Catalunya y ERC retrocederían ligeramente, hasta unas horquillas de 30-32 y 29-32 diputados, respectivamente. Entre las dos formaciones, en todo caso, se mantiene el empate técnico: la lista de Puigdemont volvería a superar la de Junqueras en número de escaños pero los republicanos se imponen en voto estimado, con un 20,5%. JxCat lograría un 19,8.
Con respecto al flanco unionista, Ciutadans perdería fuerza y se quedaría con 33 o 34 diputados, cuando en los comicios del 21-D obtuvo 36 escaños. A pesar de eso, Arrimadas volvería a ganar tanto en votos como en escaños. Los peores augurios son para el PSC y el PP: los socialistas se quedaría con entre 13 y 15 diputados, el que sería el peor resultado de la formación de Iceta en unas elecciones catalanas. El PP podría bajar un escaño más, hasta quedarse con tres.
El CEO se ha realizado a partir de una encuesta a 1.500 catalanes, elaborada entre el 7 y el 27 de abril, coincidiendo con las negociaciones por la investidura entre JxCat, ERC y la CUP.
¿Por qué sube tanto la CUP?
Los cupaires experimentan el cambio en positivo más relevante respecto el 21-D: prácticamente triplican sus resultados y pasan de cuatro a once escaños. De dónde viene este resultado? De la pérdida de votos de JxCat y ERC: un 7,1% de los votantes de Puigdemont y un 6,2% de Junqueras votarían ahora la lista cupera. Por otra parte, un 3% de los votantes de los comunes ahora optaría por los de Carles Riera.
La CUP es, por otra parte, el partido que más mantiene sus apoyos del 21-D: un 81,6% de sus electorales los volverían a votar, mientras que la fidelidad de voto de JxCat y ERC es menor: de un 69,3% y un 79,4% de, respectivamente.