Unos 2.800 manifestantes, según la Guardia Urbana —4.000 según la organización—, han reclamado este miércoles una mejora de las infraestructuras y del "deficiente" servicio ferroviario de Catalunya en el marco de la marcha independentista en Tarragona con motivo de la Diada. Los asistentes han llenado la Rambla tarraconense, en un recorrido que ha arrancado en el Passeig de les Palmeres y se ha desplazado hasta el Monument dels Herois del 1811, donde se han hecho los parlamentos. Los manifestantes han clamado consignas en favor de la independencia, en recuerdo del 1 de octubre del 2017 y en contra del president de la Generalitat, el socialista Salvador Illa, a quien han tildado de "botifler".
La manifestación la ha convocado como cada Diada la Assemblea Nacional Catalana, si bien este año la movilización independentista se organiza en conjunto con el resto de entidades sociales del movimiento —Òmnium Cultural, Consell de la República, CDR, Associació de Municipis per la Independència, CIEMEN y la Intersindical— y de manera descentralizada en diversas de las principales ciudades de Catalunya: Barcelona, Tarragona, Girona, Lleida y Tortosa.
Este año bajo los lemas "Hagamos más corto el camino" y "Volvamos a las calles", cada una de las manifestaciones en las cinco ciudades reivindica una demanda del movimiento independentista para Catalunya. En Tarragona esta Diada reclaman que "solo con la independencia podemos librarnos de la desinversión flagrante del Estado en el sistema ferroviario, que es lo que lleva a este sistema deficiente de Rodalies, o que hace que nunca llegue el corredor mediterráneo". En Lleida, la temática es en favor de los agricultores; en Girona, en contra de "el espolio fiscal" del Estado que "estropea el sistema sanitario catalán"; y en Tortosa, en favor de una "justa" gestión del agua.
Con estas marchas simultáneas, las principales entidades de la sociedad civil vinculadas al independentismo aspiran a "recuperar la fuerza y el impulso" de las movilizaciones masivas de la etapa 2012-2017. En un momento en el cual el movimiento ha estado en horas bajas, habiendo perdido la mayoría absoluta en el Parlament y con las constantes disputas y desavenencias entre los dos principales partidos, Junts y ERC, hasta el punto de haber llegado a romper un Govern de coalición, ahora las entidades se marcaron el reto de recoser heridas y construir puentes para "desde la diversidad y la pluralidad" poner en el centro el objetivo que tienen en común, la independencia de Catalunya, y "sumar fuerzas para combatir un Estado español antidemocrático".
"Un éxito" pese a la "decepción con los políticos"
En declaraciones a la prensa desde la manifestación, el coordinador territorial de la ANC en Tarragona, Agustí Ferrer, ha celebrado que la convocatoria ha sido "un éxito" muy por encima de las previsiones que tenían después "de unos momentos muy críticos". En este sentido, Ferrer ha atribuido esta esperada baja participación a la "decepción social muy grande que ha habido con los políticos, que ha hecho que mucha gente se quede en casa". "No porque no sea independentista o haya cambiado de ideas, sino porque está harta de los que tendrían que cumplir, nuestros representantes políticos, no lo hagan y no hayan estado a la altura", ha añadido Ferrer, que ha remitido a la amnistía que "no es tal, sino un perdón". "Si volvemos a apretar a los nuevos representados políticos para que hagan el trabajo que pide el pueblo, la gente volverá a salir", ha sentenciado.