El secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, ha seguido sembrando cizaña contra sus socios de gobierno de Sumar su oposición al hecho de que el nuevo salario mínimo interprofesional (SMI) tribute en el IRPF, y se ha mostrado "sorprendido" que haya partidos de izquierdas que "estigmaticen los impuestos". El dirigente socialista, que no ha querido mencionar directamente a Sumar, ha expresado el "orgullo como socialista" que le produce que, por primera vez en España, los trabajadores que cobran el SMI entren en los tramos de pagar el IRPF, porque dice, "este es el camino de la igualdad".

Cerdán ha añadido que analizando la subida del SMI con las tablas del IRPF, se constata que la mayoría de los que pueden cobrar el salario mínimo no tendrán que pagar el impuesto. Ha puesto como ejemplo a un ciudadano que cobre el SMI, tenga pareja y un hijo de menos de tres años, que no sufrirá ninguna retención, mientras que, con los tramos del impuesto que existían durante el Gobierno del PP tendría que abonar 839 euros al año. En caso de que el hijo fuera mayor de tres años, actualmente tendrá que pagar 99 euros al año, mientras que "con el PP pagaría 1.109 euros al año", justifica al socialista.

Disputa entre Sumar y PSOE por el SMI

Santos Cerdán ha hecho estas declaraciones en medio de la pugna interna en el Gobierno entre la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, a raíz de la decisión del Ministerio de Hacienda, capitaneado por Montero, hacer tributar el SMI por primera vez a la historia y dejar de adaptar el mínimo exento del IRPF a las subidas del SMI, como se había hecho hasta ahora, cosa que afectará al 20% de los perceptores. Díaz, que también es la titular de Trabajo, reclamaba este sábado al PSOE que "repiense" la tributación del SMI. "Esta política no es de izquierdas. Cuando una cámara entera está de acuerdo en alguna cosa, quizás alguien se está equivocando", afirmó en una entrevista en Catalunya Ràdio."La justicia fiscal empieza por arriba y yo no comparto que con una renta de 15.500 euros anuales se pueda vivir con dignidad", decía Díaz.

La vicepresidenta también acusó a Montero de hacer un "regalo" a las energéticas mientras "golpea" a los trabajadores más vulnerables con la tributación del SMI. "La política no son nombres, están hechos", lanzó. María Jesús Montero, por su parte, defendía el viernes su decisión, abogando por hacer pedagogía y evitar incurrir en el "populismo fiscal". "Si consideramos que el Gobierno está persiguiendo que el SMI ya no sea un salario de subsistencia, sino que sea un salario conforme con las necesidades básicas de las familias, eso significa tener derechos y deberes con respecto a estos salarios", argumentó.