Fracaso tras fracaso, el Consejo General del Poder Judicial continúa sin presidencia a tres días de la Apertura del Año Judicial. Los veinte vocales que pactaron el PP y el PSOE a finales de junio han naufragado en un nuevo intento, el cuarto, de elegir a quien tiene que presidir el órgano de gobierno de los jueces (y el Tribunal Supremo). En esta ocasión, el veredicto ha sido volver a abrir la lista de candidaturas con el fin de alcanzar un acuerdo de “forma inminente”, según informa el CGPJ en una nota de prensa. La próxima cita será mañana martes, 3 de septiembre, a las diez de la mañana después de una reunión, hoy, que se ha desarrollado de forma “fluida y cordial” para conseguir un “resultado de consenso”. El pleno del CGPJ está formado por diez vocales progresistas y diez conservadores y se necesitan doce votos (tres quintas partes) para elegir al presidente. Los equipos negociadores han intentado acercar posiciones esta mañana y el pleno, que ha empezado a las seis de la tarde (una hora más tarde de lo previsto), se ha alargado hasta las nueve y media de la noche. Tres horas sin encontrar la solución. Los siete candidatos iniciales, cinco mujeres y dos hombres, eran todos magistrados del Supremo: Esperanza Córdoba, Antonio del Moral, Ana Ferrer, Ángeles Huet, Carmen Lamela, Pablo Lucas y Pilar Teso.
🔎 La nueva presidencia del CGPJ, atascada por el enroque de progresistas y conservadores
Los dos nombres que más habían sonado hasta ahora eran los de Pilar Teso y Pablo Lucas, que empataron a diez votos en la última votación. Aunque ambos son magistrados progresistas, Tenso tiene el apoyo de los vocales progresistas y Lucas, que fue el magistrado que autorizó el espionaje al independentismo, tiene el visto bueno de los conservadores. Los progresistas apuestan por elegir a una mujer como presidenta para “romper el techo de cristal”, mientras que los conservadores cierran la puerta a Teso aduciendo que ha sido “impuesta” desde la Moncloa.
Sobre la posibilidad de contemplar nuevos candidatos a presidir el CGPJ, María Jesús del Barco, presidenta de la Asociación Profesional de la Magistratura (la conservadora y mayoritaria), reconocía hace dos semanas a ElNacional.cat que los vocales tendrían que estudiar las “posibilidades que tienen con los candidatos que propusieron” o “decidir abrir” el proceso a otros nombres. En la misma línea, Edmundo Rodríguez, portavoz de Juezas y Jueces para la Democracia (la asociación progresista) compartía que, visto el escenario en el que se encontraba el Poder Judicial, parecía claro que “o cambian las posiciones o habrá que pensar en otro perfil”. “Cada grupo de vocales se ha centrado en defender lo que proponía, así que seguramente será necesario que piensen en otro tipo perfil de candidatos”, esgrimía.
¿Qué había pasado previamente?
La fecha del 2 de septiembre estaba marcada en el calendario desde el pasado 19 de agosto. Aquel día, el pleno se reunió únicamente para adoptar los acuerdos necesarios por razones de urgencia o por tener carácter inaplazable y fijó este lunes como siguiente hito en la elección de la presidencia del CGPJ. Además, aquel día los vocales conservadores fracasaron intentando que el CGPJ cargara contra Óscar Puente por haber dicho que Pablo Llarena “se extralimita” en su interpretación de la ley de amnistía. Previamente, a principios de agosto, el CGPJ había informado de que el pleno había acordado continuar la búsqueda de un nombre por presidir el CGPJ sin fijar fecha para su reanudación “hasta que se alcance este consenso” y había señalado que, durante el mes de agosto, los vocales mantendrían “abiertos los canales de comunicación”.
La primera votación se celebró el 30 de julio: se alargó más de tres horas, pero acabó sin acuerdo después de siete rondas de votación en las que se fueron eliminando los nombres con menos apoyos hasta que solo sobrevivieron las candidaturas de Pilar Teso y Pablo Lucas. El segundo intento fue el 31 de julio: se sometieron a votación estas dos opciones (Teso y Lucas), pero la votación acabó con empate a diez votos. A consecuencia del bloqueo, los vocales decidieron reiniciar el proceso y volver a someter a votación las siete candidaturas iniciales. Y eso tuvo lugar el 5 de agosto: la cita acabó sin que se encontrara la solución y obligó a los vocales a posponer la elección hasta después de las vacaciones.
Los progresistas reclaman que haya una presidenta y los conservadores se niegan a “ceder a imposiciones”
Uno de los principales elementos de desavenencia es la reivindicación de Juezas y Jueces para la Democracia de que la nueva presidencia del CGPJ la ostente una mujer por primera vez en la historia. “Aunque son mayoría en la carrera judicial, continúan infrarrepresentadas en sitios de designación discrecional. Nombrar una presidenta rompería el techo de cristal y sería un reconocimiento a la lucha por la igualdad efectiva”, ponían de relieve hace semanas en un comunicado. Su portavoz, Edmundo Rodríguez, defendió en declaraciones en ElNacional.cat que es “fundamental e imprescindible” que la presidencia del CGPJ “represente un cambio de ciclo” después de diez años de mayoría conservadora y permita “visualizar la alternancia”.
Sin embargo, María Jesús del Barco replicaba también a preguntas de este medio que el bloque conservador “no cederá a la imposición que viene, no del bloque progresista, sino de más arriba, diciendo quién tiene que ser el presidente del CGPJ”. “Se trata de buscar un perfil de la persona que tenga más capacidad, que tenga el mejor mérito y que no sea nadie impuesto por nadie”, argumentaba. Y las posiciones todavía no han encontrado un punto de consenso.