Chapuza con la nueva camiseta de la selección catalana de fútbol, que ha hecho estallar las redes sociales. Y es que la Federació Catalana de Futbol (FCF), de la mano de Adidas, ha eliminado la senyera y sus cuatro barras de "la nueva piel" de sus combinados. Ahora lucirán una nueva bandera de cinco franjas rojas, que coincide con la ridícula bandera que la plataforma españolista S'Ha Acabat! llevó a la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB). Para más inri, la organización ha asegurado que el nuevo modelo tiene "la esencia de la cuatribarrada" —cuando "cuatribarrada" quiere decir, literalmente, que tiene cuatro barras.
En el marco de la presentación de la temporada 2023-2024, la FCF ha presentado la nueva camiseta y la ha difundido por Twitter. La publicación solo ha hecho que acumular quejas y comentarios negativos: "Poned cuatro barras, inútiles"; "¡Si tuviera cuatro barras, me la compraría! Así, no. Rectificad ahora que todavía podéis"; "Mucha camiseta, pocas matemáticas"; "¿Cuatribarrada con cinco barras?"; "Españoles"; "Ni cuatro barras sois capaces de poner. La FCF hace tiempo que no sois nada más que una triste comparsa de la RFEF". Y así... De momento, la organización no ha rectificado ni ha dado explicaciones.
���� C EN T EN L U N Y EN ❤️
— Federación Catalana de Fútbol (@FCF_CAT) September 28, 2023
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���� Estilo clásico
���� La esencia de la cuatribarrada
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Críticas crecientes contra la FCF
La chapuza con la nueva camiseta de la selección catalana de fútbol no hace más que hacer crecer las críticas contra la FCF, que está en el foco desde el inicio del caso Rubiales. El presidente de la organización catalana, Joan Soteras, apoyó a su homólogo español y enfureció tanto al Govern como a la opinión pública en general. Soteras se vio obligado a abandonar a Rubiales y, posteriormente, a dar apoyo a la decisión de la FIFA de suspender al entonces presidente de la RFEF.
Fue en este contexto que el Govern presionó al presidente de la FCF para que fuera más contundente con el caso Rubiales, planteando incluso la necesidad de su dimisión. Soteras fue categórico con el ejecutivo catalán y lo desautorizó: "No es nadie para decirme que tengo que dimitir". Es así como empezó un choque entre el Govern y la FCF, que hoy todavía no se ha resuelto. La consellera de la Presidència, Laura Vilagrà, volvió a señalar al presidente del fútbol catalán y el Parlament fue claro: la cámara pidió su dimisión. Una vez se ha enfriado el caso Rubiales, una nueva pifia de la organización la vuelve a poner en el foco mediático.