La chica de 19 años que perdió un ojo después de participar en las protestas recibirá el alta médica este viernes, según han confirmado fuentes hospitalarias en la ACN.
La joven fue intervenida el jueves en el Hospital Clínic y las mismas fuentes indican que la operación ha ido bien aunque se ha confirmado la pérdida del ojo.
El miércoles, al día siguiente que resultara herida, el SEM explicó que en una primera exploración no se la consideró grave, pero que una vez en el Clínic se precisó con más detalle la lesión.
Una bala de foam
La chica resultó herida mientras participaba en las protestas pro Hasél que tuvieron lugar el martes por la noche en Barcelona. El Centre Irídia, que denunció el hecho inicialmente, atribuye la lesión a un impacto de bala de foam.
Arran de los hechos, el conseller de Interior, Miquel Sàmper, pidió el jueves que el Parlament haga una revisión "urgente" del modelo de orden público de Catalunya. y reconoció que "no se puede permitir ni volver a pasar" que una manifestación del siglo XXI acabe con una persona perdiendo un ojo.
A su vez, Irídia ha pedido a los grupos políticos que más allá de debatir sobre la idoneidad de los proyectiles de foam para los antidisturbios de los Mossos d'Esquadra se refuercen los mecanismos internos y externos de control, evaluación e investigación de la acción policial y la violencia institucional.
Eso, según Irídia, se tendría que hacer urgentemente en una comisión parlamentaria. "Si no se generan mecanismos eficaces para prevenir, investigar y sancionar las malas praxis policiales cualquier mal uso de cualquier arma que se utilice puede generar daño social y daño en el propio cuerpo", dice la entidad en un comunicado.
Tolerancia 0 ante usos de la fuerza ilegales
Según Irídia, "es necesario generar un verdadero mecanismo interno y externo que haga prácticamente imposible la impunidad ante un uso de la fuerza contrario a la legalidad. El problema es que los mecanismos actuales no permiten generar una política de tolerancia 0 ante usos de la fuerza contrarios a la legalidad. El modelo de control interno ha caducado, hay que actualizarlo desde la voluntad política y social de acabar con la impunidad. En caso contrario seguirán produciéndose golpes con la porra en la cabeza de manifestantes generando lesiones graves, golpes policiales que buscan castigar en lugar de dispersar, o tiros de foam hacia la zona de la cabeza".