Más lejos. El PSOE aumenta todavía más la distancia con respecto al PP y se situaría 6,5 puntos por encima de los populares en unas futuras elecciones españolas. Es una de las conclusiones del CIS, que por tercer mes consecutivo sitúa a Pedro Sánchez con más de cinco puntos de margen sobre Alberto Núñez Feijóo. Hace dos meses, los socialistas dieron la vuelta a una tendencia a la baja y ahora afianzan (y mejoran) una posición que también habían mantenido en el último barómetro. Así pues, el PSOE ganaría las elecciones generales con el 32,6% de los votos, mientras que el PP se quedaría en el 26,1% de los sufragios. No es una buena encuesta para Génova, que pierde 3,1 puntos con respecto al barómetro de hace un mes y obtendría el peor resultado de la legislatura (de hecho, nunca había bajado del 28%). Además, los 6,5 puntos de distancia del PSOE superan con creces las tres cifras más altas hasta ahora: los 5,3 puntos de febrero y de marzo y los 5,1 puntos de mayo de 2024, después de los cinco días de reflexión de Sánchez para plantearse su futuro y de la decisión de continuar en la Moncloa (el CIS hizo un barómetro especial que catapultó al PSOE 9,4 puntos por encima del PP, pero el estudio no es comparable).
El otro gran titular de la encuesta es la acentuada crecida de Vox. La formación de extrema derecha, la principal aliada de Donald Trump en España, se dispara y se situaría en el 15,2% de los votos (3,5 puntos más que marzo). Es el mejor resultado de la legislatura (Vox nunca había superado el 14%) y llega después de que el partido de Santiago Abascal perdiera 1,6 puntos en el último barómetro. Asimismo, Se Acabó La Fiesta (el partido de Alvise Pérez, a quien el Supremo acaba de abrir dos causas penales) se estanca y se queda en el 1,9% de los votos. Respecto a los partidos independentistas, ERC continúa por encima de Junts: los republicanos obtendrían el 1,7% de los votos (lo mismo que en el último barómetro) y los juntaires, el 1,1% (con un descenso de tres décimas respecto a marzo). La distancia entre los dos, de 0,6 puntos, es la segunda más alta desde el 23-J (solo superada por los 0,7 puntos de marzo del 2024).
Por su parte, la izquierda española mantiene su profunda división: Sumar conseguiría el 6,2% de las papeletas y Podemos, el 4%. Los morados vuelven a recortar la distancia respecto a los de Yolanda Díaz y los 2,2 puntos de diferencia es la segunda distancia más pequeña desde el divorcio entre los dos partidos, solo por encima de la cifra del barómetro de febrero.
La primera encuesta después de la guerra arancelaria de Donald Trump
Las llamadas que han dado lugar al barómetro del CIS se hicieron entre el 1 y el 8 de abril. Por lo tanto, es la primera encuesta que refleja el impacto de la guerra comercial entre Europa y los Estados Unidos a causa de los aranceles impuestos por Donald Trump. El presidente norteamericano los anunció durante el mes de marzo, pero los concretó el 2 de abril. Es cierto que una semana después los congeló durante noventa días, pero esta decisión no entra en el periodo en el que el CIS llevó a cabo el trabajo de campo. Lo que sí que ha impactado en el barómetro han sido las medidas anunciadas por Pedro Sánchez el 3 de abril. Además, durante los días del estudio, la actualidad política estuvo marcada por los debates sobre el incremento del gasto en defensa para hacer frente al nuevo escenario internacional (con las divisiones manifiestas entre el PSOE y Sumar), por la crisis de la vivienda (con manifestaciones masivas en Catalunya y en todo el Estado el sábado 5) y por la absolución de Dani Alves por parte del TSJC y el debate político y público que suscitó.
Un barómetro marcado por la tensión entre Podemos y Sumar
La encuesta también calibra el impacto de los recientes enfrentamientos públicos entre Podemos y Sumar, instigados por la formación morada después de que Yolanda Díaz les tendiera la mano. A finales de marzo (dos días antes del inicio de las llamadas telefónicas del CIS), la vicepresidenta segunda del Gobierno apostó por una nueva alianza con Podemos: “Tenemos que caminar juntos”, verbalizó en la asamblea de Sumar. Sin embargo, fue una oferta que Podemos descartó desde el primer momento. “No es el momento de pensar que la política es un paseo, un parque de atracciones o un conjunto de fiestas y acontecimientos”, le replicó Irene Montero. Por su parte, Ione Belarra lamentó que en el Gobierno “solo manda” Pedro Sánchez y no hay un “motor” de la izquierda.
Una semana después, fuera del radar del CIS, Podemos erigió a la exministra de Igualdad en candidata en unas futuras elecciones generales, cerrando la puerta de facto a una alianza con Sumar (Yolanda Díaz impidió que Montero formara parte de las listas de Sumar el 23-J). Es un movimiento que ha frenado las prisas de Sumar para reunificarse con los morados y que el PSOE observa desde la distancia sin querer involucrarse en la batalla a su izquierda. Mientras tanto, quien no ha permanecido ajeno a la relación entre las dos formaciones ha sido Pablo Iglesias, que se ha encargado de poner más leña al fuego: primero sostuvo que Sumar está “muerto” y se mostró partidario de ignorar sus “cantos de sirena” y, más tarde, presentó a Yolanda Díaz como representante del “malmenorismo” y de la izquierda que “no dice ni mu” ante Pedro Sánchez.