El Centro de Investigaciones Sociológicas sigue hinchando lo que se ha bautizado como "efecto Illa". El nuevo barómetro le mantiene la intención de voto e incluso lo aumenta. Se movería en una horquilla que podría llegar hasta el 26% de los sufragios. En cambio, bastante por detrás, se situarían Pere Aragonès y Laura Borràs, por este orden. Se trata de una encuesta exprés inédita —bautizada como encuesta flash—, anunciada ayer por sorpresa por el CIS. Hasta ahora, para todas las elecciones autonómicas se hacía una sola encuesta, no dos como en este caso. Además, siempre se hace justo antes del inicio del proceso electoral, no en plena campaña como ahora. La encuesta busca tomar la medida con más precisión ante la volatilidad del voto y no contiene estimaciones de escaños.
Así, siempre según la encuesta flash del CIS, el PSC ganaría con solvencia las elecciones al Parlamento del 14 de febrero. Le da una estimación del 23,7% de los votos, prácticamente idéntica a la de hace dos semanas, pero una horquilla de entre el 22% y el 26%. El segundo clasificado sería Esquerra Republicana de Catalunya, con una intención del 19,9% (siete décimas menos), con una horquilla de entre el 19% y el 21%, siempre por debajo de los socialistas. Y el bronce sería para Junts per Catalunya, con una intención del 14,6% (casi dos puntos más), y un abanico de entre el 13% y el 18%, también siempre por debajo de los republicanos.
El resto de formaciones se situarían a mucha distancia del podio. La cuarta fuerza en intención de voto, serían los comunes, con entre el 7% y el 10%, prácticamente igual que el anterior barómetro. Ciudadanos perdería comba, con un margen de entre el 7% y el 9%. Los anticapitalistas de la CUP muestran una tendencia al alza, con entre el 6% y el 8% de la intención de voto. Y el duelo entre el PP y la extrema derecha de Vox estaría muy igualado: mientras los populares obtendrían entre el 5% y el 7%, los ultras optarían entre el 5% y el 8%. A diferencia de la anterior encuesta sobre Catalunya, el PDeCAT de Àngels Chacón duplicaría intención de voto, pero pasaría del 0,7% a un también marginal 1,5% de los sufragios.
Por bloques, siempre según el CIS, el independentismo no superaría la barrera del 50%, pero se quedaría a las puertas al menos en la parte alta de la horquilla. Entre ERC, JxCat, la CUP y el PDeCAT podrían llegar a sumar el 49% de los sufragios. En cambio, por la banda baja, se quedarían en el 39%. El bloque nítidamente unionista (PSC, Ciudadanos, PP y Vox) se movería en una horquilla de entre el 39% y el 50%. Pero las horquillas entre estas formaciones son bastante más amplias.
Un dato relevante de este barómetro, sin embargo, es el nivel de indecisos que encuentra a diez días de la cita con las urnas. Del total de encuestados, hasta el 26,3% responde que no sabe qué lista votará. Con respecto a los abstencionistas, el 12,2% asegura que no votará. El 11,4% no responde cuando se le pregunta por su voto. La mitad de los electores o no votará o no ha decidido su voto. La encuesta fue realizada entre el lunes y el miércoles de esta semana sobre una muestra de 1.838 encuestados.
Illa también suspende
El pronóstico electoral del CIS también se traslada a la valoración de los candidatos. Como en el sondeo de hace dos semanas, el exministro de Sanidad y cabeza de lista del PSC obtiene la nota más alta. A diferencia de aquella encuesta, sin embargo, esta vez no aprueba. El líder socialista obtiene una nota de 4,4 sobre 10. Por detrás se sitúan, a tan sólo una décima y empatados, Pere Aragonès y Laura Borràs, con un 4,3. A continuación van Dolors Sabater (3,8), Jéssica Albiach (3,7), Àngels Chacón (3,5), Marta Pascal (3,1), Carlos Carrizosa (2,5), Alejandro Fernández (2,5) e Ignacio Garriga (2,2).
Sólo una pregunta a favor de Aragonès
Sólo en una de las preguntas cambia el paradigma dibujado por el CIS. Es cuando los encuestados son preguntados sobre qué creen que pasará el próximo 14-F. Hasta el 32,6% están convencidos de que será ERC quien ganará las elecciones, mientras sólo el 17,7% cree que será el PSC de Salvador Illa. Sólo el 8,2% piensa que lo hará Junts per Catalunya.