La alianza de izquierdas y el acuerdo con el independentismo no pasa factura a Pedro Sánchez, al contrario. Según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas publicado este jueves, el PSOE consolida su reinado como primera fuerza en España, subiendo dos puntos en relación a las elecciones del 10-N, del 28% al 30,4%. A diez puntos de distancia, el PP conserva la segunda plaza, con un porcentaje de votos prácticamente calcado, un 19,9%, un punto por debajo. El sondeo también constata que el ascenso de Vox queda frenado, la ultraderecha pierde casi dos puntos, del 15% al 13,4%, y pasa del tercer al cuarto puesto. Unidas Podemos crece medio punto y con el 13,8% desbanca a los de Abascal del último peldaño del podio. Ciudadanos sigue en el pozo, con el 6,5% de apoyos.
Una de las principales conclusiones que deja la encuesta del CIS, que se ha realizado a 3.000 personas entre el 2 y el 13 de enero, es que los protagonistas del acuerdo de investidura salen premiados, mientras que la estrategia de confrontación pasa factura a las tres derechas.
Los dos partidos del primer gobierno de coalición en democracia en España, PSOE y Unidas Podemos, mejoran. Y también lo hace ERC. Los socialistas son los que experimentan la crecida más notable, de casi dos puntos. En el caso de las confluencias de Iglesias ―que incluye a los comunes y las mareas― la subida es más discreta, pero el rédito es más vistoso. Conjugando el medio punto que ganan los morados con los casi dos que pierde Vox, el resultado es que consiguen destronar a la ultraderecha: Unidas Podemos se posiciona como la tercera fuerza en el Congreso de los Diputados.
Todavía otro dato destacado. Con los resultados del 10-N, los tres partidos del ala derecha ―PP, Vox y Cs― aglutinaban un porcentaje de voto, el 42,5%, superior a la suma de las dos principales formaciones de izquierdas ―socialistas y podemitas―, el 41,3%. Ahora, en cambio, se invierte la situación y la coalición progresista, con el 44,2%, supera el bloque de la derecha, que baja al 39,8%.
El estudio del centro de investigaciones del Estado coincidió con una semana de máxima agitación política, tanto en Catalunya como en España: el debate de investidura de Pedro Sánchez y el anuncio de inhabilitación del president de la Generalitat por parte de la Junta Electoral Central.