Los problemas no acaban a Ciudadanos. Después de años de decadencia y de resultados preocupantes que llevaron la formación a un proceso de renovación con cambio de imagen y de líder, a tres meses de las elecciones municipales y autonómicas se han acelerado las deserciones al partido. Al PP, al PSOE o a la vida privada, pero el goteo de bajas entre las filas de Ciudadanos parece inacabable, una situación que dibuja un futuro complicado tanto el 28 de mayo como las generales. A pesar de la delicada situación, el partido ha conseguido aprobar más de 200 candidaturas para las elecciones municipales, pero las encuestas muestran que la situación es extremadamente delicada, especialmente a Madrid, Barcelona y otras ciudades importantes, según informa el Confidencial. Los naranjas se podrían quedar sin representación en las ciudades más importantes de España, mientras las encuestas tampoco les dan a más de uno o dos diputados en el Congreso.
Sin embargo, el partido pretende seguir de pie en el Congreso de los Diputados, su gran objetivo. Las fuentes de la renovada dirección nacional, ahora liderada por Patrícia Guasp, admiten su pesimismo por la complicada situación que dibujan las encuestas, pero afirman que el partido no cerrará las puertas mientras haya esperanza. El problema de Ciudadanos no es económico, ya que disponen de unos 11 millones de euros en caja, el problema es la pérdida de confianza de los votantes, que han convertido a un partido que llegó a los 57 diputados al Congreso en una fuerza que aspira a los dos diputados en las próximas elecciones generales y que podría perder la representación en gran parte de las capitales autonómicas de toda España. Desde el partido afirman que hay muchos miembros que valoran dejarlo estar y volver a la vida privada antes de que lleguen las elecciones, ya que creen que no tienen ninguna opción de sobrevivir.
Inés Arrimadas volverá a liderar el partido
A pesar de los malos resultados de los últimos años, desde la formación creen que Inés Arrimadas volverá a ser la cara visible de Ciudadanos en las próximas elecciones. La política de Jaen, que ha dejado la dirección política del partido en favor de Patricia Guasp, seguirá siendo la viva imagen de la formación naranja. Este escenario no habría sido lo mismo si las primarias de Ciudadanos se las hubiera llevado Edmundo Bal, quien propuso y pidió un relevo también en la posición de Arrimadas. Pero dentro de la formación consideran que Arrimadas es una cara conocida y que, delante de la dificilíssima situación en la cual se encuentran, puede atraer a algún votante más que una cara nueva. Una fórmula de dudoso éxito teniendo en cuenta los últimos resultados del partido con Arrimadas al frente.
Primer choque entre Arrimadas y la nueva dirección de Cs
Un mes después de la elección de la nueva dirección del partido ya han surgido los primeros problemas dentro de la formación naranja por desavenencias entre la nueva dirección y la que un día fue la presidenta, y ahora es la portavoz del partido en el Congreso, Inés Arrimadas. Concretamente, el núcleo de las discrepancias es la moción de censura de Vox y que propondrá Ramón Tamames como nuevo presidente del Gobierno para hacer sería a Pedro Sánchez de la Moncloa. Si bien Arrimadas siempre había sido una gran defensora de esta posibilidad, que la ultraderecha planteó después de la reforma de los delitos de sedición y malversación al Código Penal, presionando (inútilmente) a Alberto Núñez Feijóo para que el PP también le diera apoyo, los nueve líderes no lo ven con los mismos ojos. La voluntad de Patrícia Guasp y de la nueva dirección es alejarse tanto como sea posible del PP y, sobre todo, de Vox en esta nueva etapa. Ponerse al lado de la derecha y ultraderecha en los últimos años ha llevado al partido a bordear la desaparición, según todas las encuestas.