Una de las pocas certezas que había de cara a estas elecciones era el más que previsible costalazo que sufriría Ciudadanos. Pero incluso los augurios más pesimistas se quedaron cortos. Descalabro histórico y sin precedentes de la formación naranja: de ser la fuerza más votada en el 2017, de ser el partido con más diputados en el Parlament, ha pasado a ser una fuerza política prácticamente residual, sólo por encima del PP.
Un fracaso estrepitoso que deja en una posición muy comprometida al partido de Inés Arrimadas en Catalunya. 6 diputados, poco más de 155.000 votos y un porcentaje del 5,5%. Muy lejos, lejísimos, de los datos de ahora hace cuatro años (36 diputados, 1.109.732 votos y un 25,35%). Pierden 30 diputados. No 1, ni 2, ni 10, ni 15.... 30. Veremos qué pasa a partir de ahora con Carlos Carrizosa. Él es la cara del guantazo. Perder a 30 diputados y casi un millón de votos de unas elecciones a las otras y pasar de ser la primera fuerza a la penúltima, parece poco justificable para seguir en el cargo. Desde Ciudadanos temían un trasvase de votos hacia PSC y VOX, como efectivamente ha pasado. Pero ni los más pesimistas podían prever este desastre sin precedentes. Arrimadas, compungia, avisa de lo que le espera a Catalunya: "comparto con muchos catalanes: la sensación de tristeza. El separatismo sale reforzado de estas elecciones. Se avecinan años duros. A pesar de no tener mayoría, el separatismo ha visto reforzada su mayoría en escaños"
El sopapo ha sido generalizado y en particular. Después de ganar en el 2017 en Barcelona y Tarragona, evidentemente ahora se han hundido en las dos circunscripciones, además de Girona y Lleida. En Barcelona han pasado de 24 diputados a solo 5. Igual descenso han sufrido en Tarragona, donde de 5 han arañado tan solo 1. Los datos de Girona y Lleida han seguido la misma línea, o peor. De 4 y 3 diputados en el 2017 a perderlos todos ahora. De hecho, Cs no ha mantenido ninguna de las grandes ciudades que consiguió el 21-D. Carrizosa emplazaba a la participación masiva para tratar de sumar. Con menos participación que el 2017, los constitucionalistas a los que emplazaba Carrizosa se han decantado por otras propuestas que no la suya: "Ha sido la peor participación de la historia de la democracia. No hemos sabido mobilizar al voto moderado".
Veremos qué pasa a partir de ahora en el seno del partido naranja. De momento, Inés Arrimadas ha convocado una reunión de urgencia del comité ejecutivo del partido para este mismo lunes por la tarde.