Ciutadans se resiente de una semana difícil. Primero fue el debate del lunes 7 de diciembre en Antena 3 y La Sexta, en el que las encuestas de los medios daban ganador a Pablo Iglesias por encima de Albert Rivera. Después fue la polémica con su programa en materia de violencia de género, que ha permitido al resto de partidos, especialmente al PSOE y a Podemos, atacar ferozmente a la formación naranja durante días. Mientras los de Pablo Iglesias se creían la remontada y Ada Colau llamaba a hacer de Madrid la capital del cambio, marcando distancias con el independentismo, el palacio de Vistalegre de Madrid, donde Ciudadanos celebraba su acto central de campaña, era fotografiado con grandes zonas de asientos vacíos.
En este contexto, Ciudadanos aumentará esta semana los actos a pie de calle, con paseos por Santa Coloma y Rubí, donde sacaron la cabeza en las elecciones municipales y se hicieron fuertes en las elecciones catalanas, y actos de pequeño formato, con un discurso municipalista e incluso familiar. Son de aquellos actos en los que a la organización le falla el powerpoint en el proyector y alguien, como ha sido el caso del portavoz de la formación en el Parlament, Carlos Carrizosa, tiene que excusarse haciendo un chiste. El auditorio eran unas 160 personas: había 192 sillas y muchas estaban vacías.
Algunos asistentes eran de la caravana electoral, como un militante que lucía un gorro de Papá Noel naranja con el corazón con la tribandera emblema de Ciudadanos, que afirmaba haberse traído de un mitin en Madrid. Además, llevaban rosas de color naranja, que ya repartieron también en el mismo auditorio en la campaña a las catalanas, como una metáfora de la rosa roja de los socialistas en el cinturón rojo que se vuelve naranja.
Carrizosa y la moral
Carrizosa ha pronunciado un discurso esencialmente moral, ha enaltecido la honradez de Ciudadanos y de Albert Rivera y se ha mostrado orgulloso de poder "hablar de política" con sus hijos, "sin esconder nada y sin desviar la mirada". Y en este sentido se ha mostrado favorable a entenderse con Podemos, "porque no tienen mochilas", para hacer reformas, a la vez que los ha criticado por "no ofrecer soluciones" y "no dar cifras".Los escraches y Colau
Más destructivo ha sido Juan Carlos Girauta en este mismo acto, que se ha lanzado al cuerpo a cuerpo contra Ada Colau, atribuyéndole el escrache de la PAH delante de la sede de Ciudadanos –que no ha sido la única atacada–: "Nos ha enviado a su gente a asaltar nuestra sede", la ha acusado. La intervención, sin embargo, ha sido en general distendida, cosa que le ha permitido utilizar grandes dosis de humor.Parece haberse hecho recientemente a la idea de que estos actos de pequeño formato se digieren mejor si se parecen a un monólogo de late-night. Sólo las referencias a Colau lo han hecho poner serio: "Eso no es política, es basura, es política guerracivilista". Se nota que le duele que Colau se refiriera a Ciudadanos como "las ratas que abandonan el barco del PP", aunque él sólo se ha referido a la palabra "ratas" de la frase.
Ya por la mañana, en la rueda de prensa en la Agencia EFE, Girauta afirmó que mientras que Ciudadanos se posiciona "en contra de los asesinos de ETA", "otros estaban con los amigos de los asesinos", refiriéndose a la alianza de Podemos con Bildu en Navarra. Con todo, ha asegurado que él considera Podemos "compatriotas", con quienes Ciudadanos quiere "llegar a consensos como los que hicieron posible la democracia".
Albert Rivera, en otro acto hoy, también ha responsabilizado a Podemos del escarnio contra su sede, y ha afirmado que "utilizan el padecimiento de la gente para hacer campaña y crear confrontación".
Bombardear Barcelona
Girauta ha criticado que Rajoy no haya cogido el timón de la situación política en Catalunya, desde la manifestación del 2012, pasando por la consulta del 9N hasta la actualidad. "Primero dijeron que la consulta no era inconstitucional, y después dijeron que sí, que parece que había habido un poquito de golpe contra la Constitución", ha bromeado. También ha ironizado sobre el hecho de que hay un término medio "entre no hacer nada y bombardear Barcelona", y que es la "pedagogía", "la política" y "el debate" lo que quiere hacer Ciutadans. A diferencia de Rivera, que proponía no pactar con partidos independentistas, Girauta ha asegurado que negociará con ellos "sin ceder a sus chantajes".Uno de los momentos más aplaudidos ha sido el chiste dirigido al PP que dice que "si tiene usted un conflicto con alguien que quiere ser un Estado nuevo, si es posible no envíe a debatir al ministro de Exteriores", haciendo referencia al debate a las elecciones catalanas entre Oriol Junqueras y José Manuel García-Margallo.