Otro pleno, otra expulsión. La presidenta del Parlament, Laura Borràs, se ha visto obligada a expulsar este miércoles a un diputado de Ciutadans al inicio de la sesión plenaria. Ha llegado justo después de que Borràs hiciera la lectura de la declaración que aprobó a la Junta de Portavoces la semana pasada y que condena el caso de espionaje político que han sufrido una sesentena de personalidades vinculadas al movimiento independentista, de entre las cuales hay algunos diputados de la cámara catalana. Una vez acabada la lectura, ha sido el portavoz de Ciutadans, Nacho Martín Blanco, a quien ha querido intervenir, propiciando la ya famosa frase de la presidenta: "Sí, señor Martín Blanco, ¿por qué me pide la palabra?". El diputado naranja ha querido reclamar a Borràs su "exigencia de imparcialidad", pero la presidenta se lo ha negado: "No lo puedo dejar acabar porque me ha pedido un llamamiento a la observancia del reglamento del artículo 90 y después ha hecho un llamamiento al artículo 39".
Y es que Ciutadans se oponía en que el acuerdo de la Junta de Portavoces fuera leído al pleno del Parlament. Borràs ha recordado, sin embargo, que el artículo 169.2 permite leer estas declaraciones al inicio del pleno. "Así lo hemos estado haciendo desde el inicio de la legislatura". Ha sido entonces, y cuando la presidenta ya intentaba cambiar de tema, que el diputado naranja Matías Alonso ha empezado a abroncar. Laura Borràs lo ha avisado en varias ocasiones: "Estorbando el orden de la cámara lo tendré que expulsar", ha dicho, y después del tercer aviso lo ha obligado a abandonar la sala, expulsándolo del pleno. El diputado ha sido aplaudido por sus compañeros de partidos (se ha oído a Carlos Carrizosa decir "Ya está bien, hombre") y no ha podido evitar recriminar también al líder socialista Salvador Illa cuando bajaba por las escaleras. Y es que posteriormente el líder de los naranjas en el Parlament ha leído el artículo 169.2, recordando que sólo pueden leerse aquellas declaraciones de la Junta que se acuerdan "unánimemente". Carrizosa también ha recriminado el silencio de los socialistas ante este hecho.
Otra expulsión después de la de diciembre
No es la primera vez que la presidenta del Parlament, Laura Borràs, se ve obligada a expulsar a un diputado de los naranjas. De hecho, hace solo unos meses, en diciembre del año pasado, la presidenta, harta del comportamiento del grupo de Ciutadans, y por primera vez en esta legislatura, expulsó a un diputado del hemiciclo, en concreto Nacho Martín Blanco. Otras veces había gritado a la orden a miembros del partido naranja y de Vox, pero no había llegado hasta un punto tan extremo como la expulsión.
Los hechos ocurrieron a raíz de la sentencia del TSJC que inhabilitaba al diputado de la CUP Pau Juvillà. Borràs inició su intervención de aquel día en el pleno expresando su apoyo a Juvillà y aseguró que su compromiso es el de mantener los derechos y deberes de los diputados en la cámara. En este momento el diputado naranja pidió la palabra acogiéndose al artículo 90 del reglamento, que hace referencia al llamamiento a observar el reglamento, una petición que el diputado hacía considerando que la presidencia no estaba ejerciendo de forma parcial. Después de que Borràs le negara la palabra, Martín Blanco insistió en expresarse hasta que lo obligó a abandonar la sala.