Pedro Sánchez no consigue, por ahora, calmar los ánimos de los barones del PSOE que ven en el preacuerdo PSC-ERC el fin del espolio fiscal a Catalunya. La España territorial ha salido en tromba contra la posibilidad de que los catalanes tengan un sistema de financiación singular si la militancia de Esquerra Republicana avala el acuerdo con los socialistas y Salvador Illa acaba investido president de la Generalitat, pero también lo han hecho los compañeros de partido del jefe del ejecutivo español, y la indignación no cesa. Este jueves, el secretario general del PSOE extremeño, Miguel Ángel Gallardo, ha pedido al máximo dirigente de los socialistas que convoque el Consejo de Política Federal del partido, a fin de que se produzca un diálogo entre Pedro Sánchez y los barones territoriales.

Entre los argumentos que ha expuesto en rueda de prensa el barón socialista extremeño, ha negado "rotundamente" que su comunidad autónoma sea una región pobre. Ha señalado que en este territorio "viven personas con rentas más bajas" que en Madrid o en Catalunya, con el mismo argumento que utilizó este miércoles Emiliano García-Page: defender que los impuestos los pagan las personas, no los territorios. Ha afirmado que la solidaridad entre los ciudadanos del Estado va más allá del dinero, y ha puesto sobre la mesa que Extremadura contribuye en la riqueza del resto de autonomías aportando energía. "La llave de la caja la tiene que tener el Estado, que es a quien distribuye y redistribuye", ha opinado.

El clamor no ha acabado aquí. También este jueves, se ha pronunciado el portavoz de uno de los tres gobiernos territoriales que solo sostiene el PSOE desde la derrota autonómica que sufrió a las elecciones del 28-M de 2023. El asturiano Guillermo Peláez ha expresado su "rechazo a que cualquier comunidad autónoma abandone el régimen común a través de un concierto fiscal". "Este preacuerdo incluye una especie de concierto fiscal para Catalunya y nuestra respuesta, en coherencia, tiene que ser la misma", ha expuesto. Ha denunciado que el preacuerdo ERC-PSC supondría una "merma" a los recursos del Estado y, por lo tanto, un "límite a la solidaridad".

Grito al cielo de Emiliano García-Page

Este martes y miércoles, salieron en tromba contra el preacuerdo PSC-ERC los dos de siempre: los socialistas Emiliano García-Page y Javier Lambán. El presidente castellanomanchego ofreció incluso una declaración institucional de urgencia, en la que no anunció nada, pero sí que disparó a diestro y siniestro contra todo el mundo. Tachó de "obsceno" el principio de entendimiento al que han llegado las dos formaciones, e instó la militancia del PSOE a no tolerar un pacto que otorgue un sistema de financiación singular para Catalunya. "El independentismo se creó para romper España y cumplen su función, pero el PSOE se fundó para luchar contra la desigualdad", se quejó en su comparecencia.

Javier Lambán, que perdió el trono aragonés en las pasadas elecciones autonómicas pero se ha mantenido en el podio de los críticos a Sánchez, tachó el acuerdo de "inadmisible" este martes y lo consideró "una ruptura brutal de la igualdad entre todos los españoles". También el líder del PSOE en Castilla y León, Luis Tudanca, aseguró que no "tolerará ni defenderá un sistema singular que perjudique a los intereses" de su comunidad. "No podemos coser la unidad territorial de este país por un lado, descosiéndola por el otro", opinó.

Por su parte, el andaluz Juan Espadas, que es también líder del PSOE en el Senado, advirtió que no permitirá "ni agravios ni privilegios" que perjudiquen a Andalucía y reclamó que en este nuevo escenario, su comunidad tenga "las mismas condiciones que pueda tener Catalunya". Más moderado fue el secretario general del PSOE madrileño, Juan Lobato, que se limitó a decir que el preacuerdo "no es ideal".

Felipe González se suma a los ataques a Sánchez

En la lista de críticos a este pacto no podía faltar tampoco el expresidente español Felipe González, que este miércoles se pronunció en contra del preacuerdo. Admitió que se siente "muy cerca" de la posición que sostienen dirigentes como Emiliano García Page o Javier Lambán. El exjefe del ejecutivo español es uno de los grandes críticos de Pedro Sánchez; todo lo contrario que José Luis Rodríguez Zapatero, un escudero del actual líder del PSOE.

Miguel Ángel Revilla del PRC, otro crítico

También se ha sumado a las críticas a este pacto el líder del Partido Regionalista de Cantabria y expresidente de esta comunidad autónoma, Miguel Ángel Revilla, que ha criticado el "concierto económico" preacordado entre ERC y PSC que "rompe el sistema de régimen común de los españoles", aparte de, en opinión suya, "vulnerar" la Constitución. Ha criticado que los socialistas hayan acordado "volar por los aires" la solidaridad entre comunidades autónomas, cosa que ha tachado de "gravedad increíble".