"Ahora podré volver a pisar todo el territorio catalán", es lo que ha dicho este jueves Clara Ponsatí después de que Pablo Llarena haya descartado perseguirla con el nuevo delito de desórdenes públicos agravados. Si bien el juez mantiene la acusación de desobediencia, este delito comporta penas de inhabilitación y no de prisión — afirma Ponsatí una nota enviada a los medios de comunicación. Es por esto que la consellera exiliada y eurodiputada de Junts ahora podrá volver a Catalunya, mientras todavía se busca castigar a Carles Puigdemont con la pena máxima por malversación.
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Eso sí, Ponsatí ha dejado bien claro que su retorno "será una simple anécdota" mientras Puigdemont, Toni Comín, Lluís Puig y los miles de ciudadanos encausados por los tribunales españoles "continúen perseguidos judicialmente". He aquí las críticas a la reforma del Código Penal, sobre la cual ha considerado que "el presidente español, Pedro Sánchez, se ha visto obligar a derogar la sedición por la presión europea y, de mano de ERC, lo ha hecho con el impacto calculado". También ha asegurado que la redacción de la ampliación del delito de desórdenes públicos "contiene ciertos pasajes que pueden ser un cajón de sastre ideal para encausar activistas y seguir criminalizando la protesta".
Los próximos pasos de Ponsatí
La consellera exiliada y eurodiputada de Junts ha hablado sobre sus próximos pasos y ha querido poner perspectiva: "Los independentistas tenemos que aprovechar todos los espacios posibles para mantener el combate por la libertad. La construcción del país es el faro que ha guiado mi vida, como ciudadana, como académica, al gobierno de la Generalitat". "En los últimos cinco años he actuado desde el exilio, en Bruselas, en Escocia y en la Catalunya Nord. Ahora podré pisar todo el territorio catalán", ha concluido.
Por su parte, Puigdemont también ha respondido al auto de Llarena: "Que nadie tenga dudas, no volveré ni esposado ni rendido ante un juez español a fin de que sea indulgente. Lucharé por volver libre". El juez ha comunicado el procesamiento del presidente en el exilio por desobediencia y malversación, una vez ha entrado en vigor la reforma del Código Penal con la cual se deroga la sedición. Finalmente, el abogado Gonzalo Boye ha comparado a Llarena con Groucho Marx: "Tengo estos delitos y, si no, tengo estos otros". Lejos de la broma, ha denunciado que el auto demuestra "una vez más que existe un ánimo persecutorio" contra los líderes independentistas.