Clara Ponsatí fue una de las conselleres que compareció el 31 de octubre de 2017 con Carles Puigdemont en la rueda de prensa en el Centro Internacional de Prensa de Bruselas, la primera comparecencia del president desde que se supo que se había marchado a Bélgica. Cuatro días antes el Parlament había declarado la República Catalana y Mariano Rajoy había activado el artículo 155 de la Constitución y había destituido al Govern. Después de unos meses de estancia en Bélgica, Ponsatí optó por volver a la Universidad de Saint Andrews, donde es profesora, pero finalmente se trasladó de nuevo a Bruselas para asumir su escaño en el Parlamento Europeo. Aunque inicialmente el juez instructor la persiguió por un delito de sedición, con la reforma del Código Penal, ha pasado a estar acusada solo de desobediencia.
🔴 Clara Ponsatí vuelve del exilio a Catalunya, DIRECTO | Última hora y declaraciones
La consellera ha regresado a Barcelona por sorpresa después de que la reforma del Código Penal ha hecho caer el delito de sedición. Ponsatí, de 67 años, ya era profesora de Economía en la universidad escocesa de Saint Andrews cuando asumió la Conselleria d'Ensenyament. De hecho, su paso por el Govern de Carles Puigdemont fue muy breve, a penas tres meses, entre mediados de julio del 2017, en que el president relevó a los consellers que habían manifestado sus dudas sobre el referéndum del 1-O, y el 28 de octubre, cuando el gobierno de Mariano Rajoy aplicó el artículo 155 y suspendió la autonomía.
Entre Escocia y Bruselas
Ante esta situación, la consellera optó por el exilio. Se trasladó en un primer momento a Bruselas, con el resto del Govern, y en marzo de 2018 a Escocia, donde volvió a su trabajo como profesora universitaria. Allí recibió el apoyo de la Universidad de Saint Andrews y de la opinión pública escocesa.
Ante la causa abierta por el juez instructor Pablo Llarena contra ella por un delito de sedición, la justicia británica pidió diferentes aclaraciones al juez antes de dar curso a la orden de detención. Ponsatí se presentó ante la justicia, acompañada de su abogado Aamer Anwar en noviembre de 2019 y fue puesta en libertad sin ningún tipo de restricción. Esta decisión se contabilizó entre los primeros éxitos conseguidos por el exilio. En agosto de 2021, la justicia escocesa, después de diferentes aplazamientos, desestimó definitivamente extraditar a Ponsatí a España.
Por el camino, en mayo de 2019, Ponsatí se presentó a las elecciones europeas dentro de la candidatura de Junts-Lliures per Europa. Aunque en un primer momento quedó fuera del hemiciclo, consiguió entrar unos meses más tarde, cuando con la aprobación del Brexit los eurodiputados británicos abandonaron la Eurocámara y dejaron vacantes sus escaños. A finales de enero de 2020 el Parlamento la reconoció como eurodiputada, de hecho, fue pocas semanas después de que consiguieran también el reconocimiento Carles Puigdemont y Toni Comín que tuvieron que batallar durante medio año por su escaño.
Crítica con los partidos independentistas
Desde el atril del Europarlamento, Ponsatí ha denunciado repetidamente la persecución del estado español contra el independentismo y las restricciones de sus derechos fundamentales.
Pero sus cargas también se han dirigido contra los partidos independentistas, a los cuales acusa de haber renunciado a sacar adelante el procés. De hecho, su actitud profundamente crítica con Junts, ERC y la CUP ha atizado los rumores sobre su voluntad de crear un nuevo partido político.