En otro momento, en otro país, las portadas hervirían de noticias y chismes sobre los pactos para constituir ayuntamientos y votar alcaldes. Pues no. El adelanto de las elecciones generales españolas ha acelerado el ciclo informativo y ha situado en segundo plano los pactómetros locales. En las portadas de este miércoles se distinguen tres asuntos sobre los que se hablará y se escribirá todo tipo de sentencias, conceptos y discursos. Tienen que ver con cómo se recogen y se reúnen los votos, qué vehículos políticos circulan a, digamos derecha e izquierda para simplificar los campos enfrentados, con el añadido de la variable catalana independentismo / unionismo. El fondo es que la mitad de los votantes de las últimas municipales ha cambiado de partido, se ha abstenido o ha dejado la abstención. En un panorama tan fluido, volátil y promiscuo, la información y el relato son más influyentes que nunca.

En clave española, se trata de saber qué deciden el millón y medio de votantes de Ciudadanos, un partido muerto, y los casi dos millones y medio de Podemos, que ahora mismo sopesan qué hacer con un voto que en las municipales se fue por el fregadero. En clave catalana, la incógnita es cuál será el impacto de la abstención en el espacio independentista: el 28M medio millón de votantes del 2019 se quedaron en casa. En función de cuál de estos tres temas gana espacio en las portadas de Barcelona, por ejemplo, se puede estimar su grado de españoleo —que no se enfade nadie (o sí, qué más da)—. Dirás: ¿y qué pasa con el frente soberanista que propone el president Aragonès? No pasa nada: este mismo martes, la propuesta fue recibida con desprecio por sus destinatarios y solo es tema principal en la portada de El Punt Avui que, encima, lo pone en duda.

Los diarios de Madrid lo tienen más fácil porque no esconden sus afinidades electivas: el Trío de la Bencina (El Mundo, La Razón, ABC) hacia el PP; El País hacia la coalición gubernamental de izquierdas. Para el Trío de la Bencina, el demonio está en un solo detalle: el grado de tolerancia a los acuerdos PP-Vox, que no es igual y determinará la presión que ejercen sobre los 3,5 millones de electores de Vox para que concentren voto en el PP y asegurar que se "deroga el sanchismo", como dice Alberto Núñez Feijóo. El Mundo y La Razón abren portada con la cosa y procuran presentar un PP moderado (para los estándares españoles). El Mundo dice "Sin bloques ni trincheras". La Razón habla de "investidura sin Vox". Los ultras quedan mal en La Moncloa —ya veremos si también en los gobiernos autonómicos que ahora se negocian. En el caso de El País, el detalle del demonio es el acuerdo de Sumar con Podemos —es el tema principal de portada, con un título que manifiesta inseguridad y urgencia, quizás nerviosismo. Además, este diario seguramente se dará un poco de aire para evitar que hasta 700.000 votantes socialistas acaben en el PP, como ya ha pasado en las municipales.

Los diarios de Barcelona que más españolean en portada este miércoles son La Vanguardia y Ara, que se inquietan con el destino de los votantes de Cs, como también ABC, que ya los atribuye al PP. Ciertamente, si las municipales indican alguna cosa es que aquel caudal de votos acabará en la playa de Feijóo. Periódico y El Punt Avui dan más preferencia a la propuesta de frente soberanista hecha por el Presidente de la Generalitat a los partidos. El Punt Avui no hace una presentación muy halagüeña y le parece una idea "desesperada" —o quizás utiliza este adjetivo para explicar que es una iniciativa de última hora. El Periódico es menos valorativo y echa agua a la propuesta, tanto porque la explica como una posibilidad ("Aragonès se abre...") como porque lo entierra en los bajos de la portada. Qué nervios.

La Vanguardia
La Vanguardia
Ahora
Ara
ABC
ABC
El Mundo
El Mundo
La Razón
La Razón
El Periódico
El Periódico
El País
El País
El Punt Avui
El Punt Avui