Una empleada de una floristería de Barcelona se negó a atender a una clienta porque hablaba en catalán. Además, tampoco le quiso facilitar la hoja de reclamación para que pudiera dejar constancia de esta vulneración de sus derechos lingüísticos. A lo largo de la conversación, a la que ha podido tener acceso Plataforma per la Llengua, también intervino el encargado de la tienda, que defendía que la trabajadora no tenía por qué entender a la clienta si esta hablaba en catalán, y que debia ser ella quien cambiara de lengua: "Tienes que entender que, si no habla catalán, le puedes hablar en castellano".
La trabajadora se excusaba con que no entendía el catalán, aunque, según ella misma, llevaba cinco años residiendo en Catalunya, y que no la podía atender si no le hablaba en castellano. La clienta, tal como explica Plataforma per la Llengua, se remitía a sus derechos y a la normativa vigente, que garantiza el derecho de todos los consumidores a ser atendidos en catalán en sus relaciones de consumo. Los argumentos de la clienta no convencieron ni a la trabajadora ni al encargado, que, además, soltó comentarios xenófobos, como: "Vete al negocio este de los pakis y dile que te hable en catalán [...]. Ve y dile: 'escucha, háblame en catalán. O si no hablas catalán, dame la hoja de reclamación'". La clienta, como se puede escuchar en el audio, explicó que allí donde va siempre habla en catalán y era la primera vez que vivía una situación como esa: "Es la primera vez que me encuentro con una mierda así".
El encargado no le facilita la hoja de reclamación
El encargado se negó en todo momento a facilitarle la hoja de reclamación y defendía que no se puede rellenar una hoja de reclamación "únicamente porque una persona no habla catalán". La clienta insistió en que la ley ampara su derecho a ser atendida en catalán y que solo pedía poder expresarse en su lengua: "Ella cree que yo le estoy diciendo que hable catalán. Yo no le he pedido en ningún momento que hable catalán. Le he dicho que, en un país bilingüe, me tiene que entender en los dos idiomas". El encargado, ante los argumentos de la clienta, insistió en que no le facilitaría la hoja de reclamación "porque no estaba haciendo una compra". Finalmente, la clienta se tuvo que marchar del establecimiento sin poder comprar ni rellenar la hoja de reclamación.
Según recuerda Plataforma per la Llengua, por no quererle facilitar la hoja de reclamación, el establecimiento incumplió la normativa del Código de consumo, que especifica: "Todas las personas consumidoras tienen el derecho y el deber de formular y presentar denuncias a los organismos administrativos competentes en materia de consumo. Mediante la denuncia, las personas consumidoras ponen en conocimiento de la administración competente en materia de protección de las personas consumidoras una presunta vulneración de la normativa en materia de consumo".